La fuente de Neptuno
La fuente de la Princesa, también conocida como fuente de Neptuno, se inscribió dentro de la política de dotación de servicios públicos que a lo largo de la primera mitad del siglo XIX desarrolló el Ayuntamiento de Zaragoza.Fue la primera fuente de agua potable que se instaló en la ciudad.
Se ubicó en la Plaza de San Francisco, después llamada de la Constitución y hoy de España, en el mismo sitio donde estuvo la Cruz del Coso.
Tomaba el agua del Canal Imperial y disponía de una alcantarilla de conducción que partía de la Casa de Baños situada en el Salón de Santa Engracia y otra de desagüe que se extendía por la izquierda de dicho Salón, para verter las aguas sobrantes en el río Huerva.
Se destinaron a su construcción los caudales que normalmente se empleaban en festejos públicos, además de una suscripción general en la que los organismos de la ciudad aportaron cantidades diversas y el Ayuntamiento estableció un arbitrio municipal sobre la carne.
Debido a las necesidades de ampliar la plaza para dar más holgura al tráfico rodado y a la construcción del Monumento a los Mártires (inaugurado el 23 de octubre de 1904) fue necesario desmontar la fuente, hecho que concluyó el día 18 de septiembre de 1902.
Inicialmente, su nuevo destino fue Balsas de Ebro Viejo pero, ante la escasez de recursos del Ayuntamiento para llevar a cabo el traslado, se almacenó en sus talleres de cantería, donde permaneció hasta el año 1935. En ese momento, se volvió a montar en la Arboleda de Macanaz a la altura de la pasarela sobre el Ebro.
Finalmente, en 1946 se instaló en el parque Primo de Rivera, en la plaza de la Princesa, lugar en el que actualmente sigue encontrándose. La parte escultórica fue encargada a Tomás Llovet (1770-1842), escultor alcañizano, profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza y la piedra que utilizó procedía de Épila.
Esto que os cuento es un secreto, si os fijáis en el brazo de Neptuno señala hacia un lugar.
Si os situáis el la estatua y os fijáis hacia donde señala, enseguida os daréis cuenta que su brazo extendido indica Peñíscola y no digo nada más.
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