5 de febrero de 2009
Adivinanzas y acertijos
Resulta interesante observar que en estos tiempos en que los abuelos están perdiendo su papel como transmisores de cuentos, historias y adivinanzas. Nuestros tertulianos no sólo han echado mano de sus recuerdos infantiles para recordar adivinanzas y acertijos, sino que han preguntado a sus padres y abuelos; y es de esos informantes de más edad, de donde provienen las adivinanzas más originales y sabrosas.
Las adivinanzas son, sobre todo, un juego de niños. Quien más, quien menos, todo el mundo recuerda adivinanzas aprendidas en su infancia.
ADIVINANZAS Y ACERTIJOS
Adivina, adivinanza. ¿Cuál es el ave que no tiene panza?
(El Ave María)
Blanco por dentro, verde por fuera; si quieres que te lo diga, espera.
(La pera)
Este banco está ocupado por un padre y por un hijo:
el padre se llama Juan y el hijo ya te lo he dicho.
(Esteban)
Oro parece, plata no es; el que no lo adivine, bien tonto es.
(El plátano)
Por un caminito adelante, va caminando un bicho y el nombre
de ese bicho ya te lo he dicho.
(La vaca)
Una señorita muy señoreada, siempre va en coche y siempre va mojada.
(La lengua)
Alto, alto, como un pino y cabe en un cacharrito.
(El humo)
Largo, largo, como un camino y cabe en un pucherito.
(El hilo)
Pínguili, pingli, estaba pingando, Mánguli mangli la estaba mirando,
Si Pínguili pingli no se cayese, Mánguili mangli no se la comiese.
(La bellota Pínguili pingli y el cerdo Mánguili mangli)
Estando pinquín que pingaba vino hocín que hozaba
tumbó a pinquín que pingaba y se lo comió hocín que hozaba.
(Pinquín la castaña, hocín el jabalí)
A cuestas llevo mi casa. Camino sin tener patas.
Por donde mi cuerpo pasa, queda un hilillo de plata.
(El caracol)
Adentro no hay quien me alcance y si salgo sufro un percance.
(El pez)
Con su cola inmensa, vestido de gris, busca tu despensa en cualquier país.
(El ratón)
Duermo en una cama que jamás se arruga.
De todas las hierbas, prefiero la lechuga.
Tengo orejas largas y una cola diminuta.
Si echamos una carrera, gano sin disputa.
(El conejo)
Fluyo más fluida que la dulce rima. Caigo hermosamente, mas subir no puedo.
Diez mil toneladas resisto sin miedo, pero el aire siempre me marca y lastima.
(El agua)
Hay ocho que están en pie, dos a punto de aferrarse y dos ojos desafiando.
(El cangrejo)
Los dedos muy separados, la ropa de mil colores.
Van veloces y ordenados. Los buscan los cazadores.
(Los patos)
Mi inicial está en paz y la segunda se agita como un ala.
En todos los países voy vestido de gala, unas veces de blanco y otras de color plomizo.
(La paloma)
Mi inicial ancla en barco, pero nunca en navío, y mi segunda letra la encuentras en umbrío.
La tercera letra está en horno pero no entra en calor, la cuarta te la brinda la misma hoja que dar.
Cuando el sol ilumina, me envuelve un gran hastío, mas del bosque de tinieblas soy siempre el gran señor.
(El búho)
Mi inicial está en curva pero no en carretera y mi segunda letra se encuentra en exquisito, en rechoncho y no obeso encontrarás mi tercera.
Doméstico y paciente, me sirvo del detrito para hacer las delicias del mundo entero.
(El cerdo)
Mi inicial está en ogro, pero no soy violenta, la uve de victoria es mi segunda letra.
Soy la mejor amiga de la gente friolera, el país donde vivo en riqueza abunda.
(La oveja)
No vuela muy alto pero es presumido. Calza espuelas, mira con ojos feroces.
Soberbio y distante, pésimo marido, se levanta pronto, grita a dos voces.
(El gallo)
Si preguntas mi nombre, mi inicial está en guante, y mi segunda letra
anda siempre ambulante.
La tercera y la cuarta, se hallarán en total , soy el más listo y guapo,
pero el menos cordial.
(El gato)
Sobre tierra y mar me encanta volar, goleta y también ondina.
Comienzo a viajar, cuando el aire se ilumina.
(La golondrina)
Soy una piedra preciosa, que se extravió en el jardín.
En la hiedra o en la rosa, me encuentras siempre en trajín.
(La mariquita)
Va caminando por un senderito, te da muchas cosas y va despacito.
(La vaca)
Verde nací, verde viví y verde moriré.
(El lagarto)
Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en el ala mía.
(El murciélago)
Zumba el vuelo vibrador, e n su casa todo es oro, Trabaja haciendo un tesoro
con lo que le da la flor.
(La abeja)
Amarilla en el centro,blanca por fuera.
Si fuera huevo,estaría en la nevera, pero como no lo soy aparezco en primavera.
(La margarita)
Blanco fue mi nacimiento, verde mi niñez, roja mi madurez y negra mi vejez.
(La mora)
Casquete sobre casquete, casquete de paño fino, no lo adivinarás en un año
y en dos porque te lo digo.
(La cebolla)
Don Dolindón el viejo, lleva dos mil a caballo, todos visten de negro
Menos don Dolindón el viejo.
(El olivo)
El sol las madura, la mano las rompe, el pie las tritura, la boca las bebe.
(Las uvas)
En el campo fui nacida, mis hermanos son los ajos, y aquel que llora por mí,
me está partiendo en pedazos.
(La cebolla)
Era un sol en miniatura y en la hierba la encontré, cuando sin piel la dejé,
me fascinó su frescura.
(La naranja)
Es un fruto delicioso, aunque no es el más carnoso.
Su piel es roja y brillante.
(La cereza)
Fui al monte, corté un palito, hice una artesa y un calderito.
(La bellota)
Había una casita verde y en esa casita verde había una casita amarilla
y en esa casita amarilla otra casita muy blanca y en esa casita blanca un corazón también blanco.
(La nuez)
Largo, largo como una soga y tiene dientes como una zorra.
(La zarzamora)
No tengo cabeza, pero llevo sombrero, sin pies me mantengo erguido.
En los bosques me aglomero, por los duendes soy muy querido.
(La seta)
Primero, blanca como la nieve, más tarde, verde como pradera.
Después tan roja como la sangre, y al fin tan negra como la noche.
(La mora)
Tela sobre tela, paño sobre paño, si no me lo adivinas no te lo digo en un año.
(La cebolla)
Tengo el corazón en la cabeza, vivir en una pata es mi proeza.
(La col)
Tú no te imaginas qué extraña es mi suerte, salgo de la tierra y voy al mercado.
Llego a la cocina y una mano fuerte me mata y destroza.
Como resultado, enseguida llora sin dolor de mi muerte.
(La cebolla)
Cuando me observas de lado, parezco una cordillera.
El don que me fue otorgado es dar forma a la madera.
(La sierra)
Cuanto más profunda es, tú mucho menos la ves.
(La oscuridad)
De noche llegaron sin ser invitadas, de día se perdieron, no están extraviadas.
(Las estrellas)
Largo, largo como un camino y goza, goza como un cochino.
(El río)
Pálida es mi cara, pero muy hermosa, a veces de tarde se me ve borrosa, en cambio de noche brillo como ninguna, sobre el mar, sobre el río o sobre la laguna.
(La luna)
Si no hay, se ve, si hay poca, se ve, si hay mucha, no se ve. ¿Qué será?
(La oscuridad)
Soy el que jamás descansa y va y viene sin cesar, nunca me puedo secar.
Jamás te aburre mi danza, en presencia o añoranza, tú siempre me vas a amar.
(El mar)
Tiene lecho pero no duerme, tiene boca pero no habla.
(El río)
Un cestito de avellanas, que por el día se recogen y por la noche se esparraman.
(Las estrellas)
Una cosa kikiricosa, que va por el agua y nunca se moja.
(La luna)
Algo suena en mi interior, tan fuerte que me confunde, pero se alza y se difunde, hasta ser más que un clamor.
(La campana)
Aunque soy superficial, pertenezco a lo profundo, soy la prueba terrenal
de que estuviste en el mundo.
(La huella)
Cien gallinas en un corral y todas mean a la par.
(Los canales del tejado)
Con mi doble erre, ruedo, ruedo y ruedo, mi cuerpo es redondo, mi sed infinita.
Prefiero las sombras cerca de un viñedo, el tiempo en mi vientre su oficio ejercita.
(El barril)
Con su traje muy blanco encontré al hombrecito, bajo el terrible frío le vi muy derechito, pero cuando el sol de pronto nos envió su calor, se fue a la carrera el extraño señor.
(El muñeco de nieve)
Con techo de hierro, pared de cristal, las noches en vela me gusta pasar.
(La linterna)
De bello he de presumir; soy blanco como la cal, todos me saben abrir,
nadie me sabe cerrar.
(El huevo)
Diez monjitas en un corral y todas mean a la par.
(Los canales del tejado)
Doce monjitas en un comedor, con cuartos y medias y zapatos no.
(Las horas del reloj)
Empúñala con firmeza, su cola es una maleza.
(La escoba)
En el cielo brinco y vuelo, me encanta subir, flotar y lucir mi pelo.
(La cometa)
En muros de mármol de extrema blancura, cubierta de un velo muy suave y sedoso, la sustancia de oro brinda su hermosura.
No hay puertas que turben su inmenso reposo, mas todo está expuesto a quiebra y ruptura.
(El huevo)
Encima de la mesa, está santa Teresa, con el pito tieso y la boca abierta.
(El botijo)
Entre dos paredes blancas, sale una flor amarilla; ni es tuya ni es mía
ni es del rey de Castilla.
(El huevo)
Estando un muerto,enterrado en un huerto,pasó un vivo, le pisó el ombligo,
se levantó el muertoy mató al vivo.
(El cepo)
Las cuatro hermanas gemelas, dan mil vueltas paralelas.
Giran, giran, siempre danzan, mas nunca jamás se alcanzan.
(Las aspas del molino)
Lo que no consiguen fuerza ni destreza, para mí es muy fácil, toda una simpleza.
Pocos me respetan, pero no hay derecho, pues sin mí estarían sin cama ni techo.
(La llave)
Mi madre es tartamuda , mi padre es cantaor; tengo el vestido blanco
y amarillo el corazón.
(El huevo)
¿Qué será?¿Qué será? Que está a la puerta y no quiere entrar.
(El umbral)
Redondo, redondo, barril sin fondo.
(El anillo)
Redondo, redondo como un queso y tiene el rabo tieso.
(La sartén)
Si sube nos vamos, Si baja nos quedamos.
(El ancla)
Tenemos diez dedos, sin huesos ni carne
(Los guantes)
Tiene cuatro patas, mas no puede andar.
Tiene cabeceray no sabe hablar.
(La cama)
Tiene dientes pero no muerde
(El peine)
Verde fue mi nacimiento, amarilla mi mocedad y ahora me visten de blanco
porque me van a quemar.
(El cigarro)
Va al campo y no come, va al río y no bebe y dando voces se mantiene.
(El campanillo o cencerro)
Al revolver una esquina, vi un convento abierto, más arriba, dos ventanas,
más arriba, dos espejos, arriba, una montaña, donde se pasean los señores caballeros.
(La cabeza)
Dos cajitas de sinrazón, se abren y se cierran y no meten son.
(Las pestañas)
Hermanos inseparables, soportamos un gran peso.
La tierra nos da su beso,porque somos incansables.
(Los pies)
Te sirve para escribir, dibujar, señalar y sentir.
(El dedo)
Con la punta se apunta, con el culo se aprietay con lo que cuelga
se tapa la grieta.
(La aguja y el hilo)
De mi madre nací yo, sin generación de padre y luego me morí yo
y de mí nació mi madre.
(El agua y la escarcha o carámbano. Madre = agua; hijo = escarcha o carámbano)
Lo metí duro, lo saqué blando, coloradito y gotigoteando.
(El churro y el chocolate)
Tengo raíz: no soy planta, y velas pero no alumbro.
(El barco y su ancla)
Tres cuevas en la montaña, ¿quién me las podrá encontrar?
En dos el aire va a entrar, la tercera el vidrio empaña.
(La nariz y la boca)
Alto, alto como un pino y pesa menos que un comino.
(El humo)
Dulce como un bombón, duro como el carbón y soy pariente del polvorón.
(El turrón)
Te la metí, te la saqué, te hice sangre y te la limpié.
(La inyección)
Tengo llaves pero no cerradura y del blanco al negro pasan por mi cintura.
(El kárate)
Cuatro gatos en un cuarto, cada gato en un rincón, cada gato ve tres gatos,
adivina cuántos gatos son.
(Cuatro gatos)
¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?
(Blanco)
¿De qué llenarías un botijo para que pese menos que vacío?
(De agujeros)
El príncipe ALÍ, con su caballo CAN, se fue a tomar el TÉ, en la ciudad que ha dicho usted.
(Alicante)
¿Qué da la vaca cuando está flaca?
(Da lástima)
¿Qué pesa más, un kilo de hierro o un kilo de paja?
(Pesan lo mismo)
Tengo cien patos, metí-dos en un cajón.
¿Cuántas patas y picos son?
(Cuatro patas y dos picos)
Un caballo blanco entró en el Mar Negro. ¿Cómo salió?
(El caballo salió mojado)
Un león muerto de hambre, ¿de qué se alimenta?
(De nada porque está muerto)
Yo iba andando hacia Villa la Vieja, cuando me encontré con tres viejas. Cada vieja llevaba un saco, cada saco llevaba tres ovejas. ¿Cuántas viejas iban hacia Villa la Vieja?
(Ninguna, porque las viejas no iban a Villa la Vieja, sino que venían de allí)
Mi agradecimiento a Mª Elena, Jesús, Milagros Maite y Carlos por los ratos que estuvimos rebuscando adivinanzas una tarde noche en un bar taberna que hay en Sástago.
Seguiremos publicando más adivinanzas.
Aprende de los errores ajenos. En una vida, no tendrás tiempo de cometerlos todos tu mismo.
(José Benito)
Adaptacion literaria libre
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