El Doctor Cerrada
Félix Cerrada
Marín (Hernani 1857-Zaragoza 1928), médico de origen aragonés, estudió en la
Facultad de Medicina de Zaragoza, en la que posteriormente desarrolló su labor
docente, siendo catedrático de la misma. Vinculado con la Universidad, llegó a
ser vicerrector y ocupó cargos de relevancia en la ciudad, como el de
presidente de la Diputación y alcalde de Zaragoza (1905-1906). Precisamente
durante su alcaldía se realizó la red de alcantarillado con el fin de prevenir
la fiebre tifoidea. Impulsó obras de tipo sanitario, creó el Cuerpo de
Beneficencia Municipal e inició la repoblación del cabezo de Buenavista. Desde
el punto de vista científico, se preocupó por las novedades de la Medicina de
su tiempo, como la anatomía patológica y la bacteriología.

La idea de
homenajear al doctor Cerrada partió poco tiempo después de su fallecimiento en
julio de 1928, a través de unas pocas voces que veían insuficiente el hecho de
otorgarle su nombre a una calle. Desde el principio se barajó la posibilidad de
un busto en el Cabezo de Buenavista, ya que había iniciado su repoblación.
Se abrió un
concurso de proyectos para la erección del monumento, cuyo plazo finalizaba el
1 de enero de 1929 y se inició una suscripción pública. Reunida la comisión
organizadora del homenaje el 18 de enero de ese mismo año, ésta eligió el
proyecto denominado "Kirón", obra de Pascual Salaberri, al que se le
indicaron pequeñas modificaciones.
Se inauguró
el 28 de octubre de 1929 en un pequeño rincón del parque de Buenavista. La
noche del 4 de enero de 1934, el busto del doctor Cerrada fue sustraído junto
con el cercano de Eusebio Blasco. Al no hallarlo, el Ayuntamiento ordenó al autor
la repetición del retrato del homenajeado. La nueva versión, que incluía
ciertas variaciones, aunque muy similar de concepto, se colocó en septiembre de
ese mismo año.
Como la
mayoría de los monumentos sitos en este parque, su estado de conservación no es
el adecuado. Ha sido víctima continuada del vandalismo, ha perdido la pequeña
fuente dispuesta en su frente; durante años la figura del centauro apareció
mutilada, faltándole la cabeza y una pata. El monumento ha sido recientemente
restaurado por el escultor Frank Norton, que ha sustituido el deteriorado
centauro por una reproducción en bronce con el fin de evitar posibles
mutilaciones en los ataques vandálicos.
El proyecto del monumento fue
iniciativa del Colegio de Médicos de Zaragoza, que abrió una suscripción con el
fin de costear los gastos del homenaje. En las bases del concurso se especificó
que el monumento no había de sobrepasar las 10.000 pesetas de presupuesto. Tras
el robo del busto en 1934, el Ayuntamiento encargó al autor una reproducción
del mismo y le pagó dos mil pesetas por el modelado, vaciado y fundición en
bronce.
Información del Ayuntamiento de Zaragoza