Desde mis recuerdos
Lo miro, al pasar frente a él, con cierta nostalgia y los recuerdos se hacen presentes en mi mente. Sombra de lo que fue, en nada se parece, a lo que en su época de inauguración era. Su construcción data de los años 1945-1950 tiempos difíciles de escasez y cartillas de racionamiento.
No fue un sastaguino el que inició su edificación, llegó a Sástago como otros muchos, con el inicio de la guerra civil, su nombre Juan García Caparros, natural de Vera provincia de Almería, contrajo matrimonio con una sastaguina, Saturnina Soriano, fijaron su residencia en la villa y en el pueblo se le conocía, popularmente como “el Juanillo”. Hombre emprendedor, se anticipó a su tiempo y no dudó en realizar la enorme inversión que suponía la construcción del salón de cine y baile de invierno con la pista de verano.
En estos años, 1945-1950, no había nada parecido en toda la comarca. Las medidas del cine son de 500 metros cuadrados y la pista de verano de 225 metros cuadrados.
Su edificación corrió a cargo de albañiles de la localidad, el tio “Carraña”, el tio “Ferrer”, con sus hijos y cuadrillas, Conrrado, Sebastian y alguno más que se escapa a mi conocimiento. En la entrada un amplio jol con su correspondiente mostrador, entonces llamado ambigú, daba paso al enorme solón de cine y de baile.
Para su época no se repararon en gastos y se decoró con todo detalle. En su techo raso se montó una iluminación indirecta con luces de colores que salían a través de círculos de escayola y de una moldura que recorría todo su espacio. En su escenario, para la actuación de la orquesta, se descolgaba un artístico telón de fondo, con unas pinturas de decoración, terminada la sesión de baile se recogía quedando listo el escenario para la sesión de cine.
En estos años, Sástago tuvo el mayor crecimiento demográfico de su historia. Dos importantes industrias realizaron enormes inversiones en la zona. En Sástago E.M.E.S.A, construye la central de Menuza y en Escatrón el I.N.I la central térmica. Estas construcciones necesitan gran cantidad de obreros que en la zona no estaban por lo que se desplazaron de otros lugares en busca de trabajo.
Sástago contaba en estos años con 2608 habitantes, en poco tiempo se llegó a casi los 5000, todas las casas del pueblo se llenaron de nuevos vecinos y las masias de los extramuros también. Juan GarcÍa, el “juanillo”, comprendió la oportunidad de negocio que había en la zona y no dudó de aprovecharla, esta cantidad de personas necesitaban de entretenimiento y diversión y montó en Escatrón y Sástago sus locales cine y baile.
Con exactitud me ha sido imposible fijar la fecha del comienzo de las obras y de su inauguración, por mas consultas que he realizado nadie me lo a precisado de forma concreta. Mis recuerdos de sus instalaciones y funcionamiento los fijo en el año 1950-51, no en vano mi padre, Feliciano Enfedaque, en los fines de semana ejerce las funciones de portero y todas las tardes, de los días de fiesta y domingos, las pasaba en su compañía, primera sesión de cine y después baile, en verano en la pista.
Su época de mayor esplendor será en los años 1950-55, que se corresponden con las obras que antes comento, nuestra Villa está en el cénit de habitantes y por otro lado el dinero corre con facilidad, las jornadas de trabajo son largas de 10 y12 horas y a destajo lo cual proporciona un dinero extra que se gasta, en algunos casos en diversiones.
En su ambigú, lo recuerdo lleno de gente, en aquellos tiempos se puso de moda el pipermín que se consumía con cerveza y en su interior una cereza guinda destacando el verde del licor con el rojo de la fruta.
Por la sala de cine pasaron las mejores películas de la época El Fantasma de la Opera , Escuela de Sirenas, Lo que el viento se llevó, Los crímenes del museo de cera, son algunos de los títulos que se proyectaron. Juan García ejerció de empresario de espectáculos y contrató, para fiestas de agosto su propio programa de actuaciones, cine y baile con animadoras, de esta forma se llamaban las actuaciones musicales de la época.
Los días festivos una enorme cantidad de personas estaba en sus alrededores, antes de abrir las taquillas esperaba una gran cola de gente, algunas veces llegaba hasta la pista de baile, esperando que se inicie la venta de localidades. En la puerta del cine Antonio Enfedaque alias “el samel”, así se le concia en el pueblo, está con su carro de venta ambulante cacahuetes, caramelos, chufas, peladillas, chupones y helados de fabricación casera, los conocíamos con el nombre de galletas. Terminada la primera sesión, de cine, rápidamente se recogen las butacas y se deja listo el salón para iniciar el baile.
En el escenario la orquesta Ritmo inicia la sesión, todos ellos son de Sástago, como podemos ver en la fotografía, de izquierda a derecha Gabriel Bolsa con saxofón, Santos Insa con trombón de varas, José Blasco con saxofón, Pedro Aparicio con trompeta, Jesús Carreras con saxofón, Pedro Tolón con alaicón y José Aparicio a la batería. Terminada la sesión de baile se colocan las butacas dejando el salón listo para le sesión de cine de las 11 de la noche. Con la entrada se entregaba un anuncio de la película que se iba a pasar el domingo siguiente, como la que podemos ver en la fotografía.
La pista de baile, tiene entrando a mano derecha, un ambigú donde se siervian toda clase de refrescos y licores y a continuación el escenario para la actuación de la orquesta. Rodeando todo el contorno, de la pista de baile, un pasillo elevado donde se colocaban mesas y sillas, toda ello protegido con una celosía de madera. Las paredes estaban cubiertas de hiedra y rosales así como arboles, proporcionando fresco y sombra en los días de calor, todo esto lo podemos ve en la fotografía siendo las personas que están en ella, de izquierda a derecha Pilar Sariñena y Josefina Sariñena, mi madre, con Antonio Vilar. Para fiestas de agosto, Juan Garcia, contra sus espectáculos propios, completamente aparte de las que realiza la comisión de fiestas, que compiten en calidad y precio con las del ayuntamiento.
Caso curioso durante los años que permaneció en activo nunca se anunció en el programa de fiestas local, por lo cual desconocemos las orquestas que actuaron y los artistas que las acompañaban, debiendo recurrir a programas de mano, como el de la fotografía, para conocer las actuaciones que se hicieron.
A modo de anécdota comentaré el desarrollo de una estas se sesiones. Con la pista completamente llena de público, eran fiestas de agosto, la artista o animadora como se les llamaba, debió de elevar demasiado el tono del espectáculo hasta límites que la moral de los tiempos no lo permitían, por lo cual las autoridades competentes pararon el espectáculo. Se formó una gran algarabía, pues los espectadores querían que se les devolviese el dinero.
Esta situación continuó, en Sástago, el tiempo que duraron las obra de las centrales de Menuza y Escatrón, no debemos de olvidar que en nuestra Villa funcionaban a la vez tres cines el Goya, el Moderno y el Avenida. Con la finalización de las obras las empresas se fueron marchando y con ellas los obreros que trajeron. La falta de público hizo que el negocio fuese inviable, por lo cual el salón de cine y pista fueron vendidos, cerrando el negocio los nuevos dueños.
Antonio Enfedaque Sariñena
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