Los orígenes de Aragón se remontan a la época
de Carlomagno,
en el siglo IX,
precisamente en el año 828,
cuando un reducido territorio entre los valles de Canfranc y Hecho, que vivía a la sombra del Imperio
Carolingio, pasó a denominarse Río
Aragón, territorio independizado bajo el gobierno del conde
indígena Aznar I Galíndez, que sucedió al
primer Conde de Aragón llamado Aureolus, de origen franco. Este territorio estuvo tutelado en
un principio por los mismos francos, pero poco a poco se fue acercando más
al Reino
de Pamplona, que se había creado 4 años antes, en el año 824,
gracias a la combinación de fuerzas de Carlomagno y
los Banu Qasi. (Continúa leyendo y descubrirás quiénes fueron).
Se puede afirmar, que los orígenes de Aragón tienen
que ver directamente con la resistencia
cristiana (sobre todo franca) ante el expansionismo del Islam en la península
ibérica, que se había iniciado en el año 711, pero no podemos olvidarnos de
quizás la primera familia
aragonesa por excelencia, de origen maladí, los Banu Qasi, que vivieron dicho territorio entre los siglos VIII
y X, y que de hecho se convirtieron en una de las dinastías más importantes de
la península ibérica en aquellos momentos. Los banu Qasi estuvieron en Aragón
desde sus primero días y como comentamos antes, sin su ayuda no se hubiera
formado el primer Reino de Pamplona.
Para resumir hasta ahora podemos afirmar que los
inicios de Aragón se remontan a la creación del Condado de Aragón, de creación franca (Ver Marca
Hispánica), que luego pasó a manos del Reino de Pamplona, y
sucesivamente al Reino de Navarra. El Reino de Navarra, no es más que la
continuación del Reino de Pamplona, que luego se dividió en la Alta y la Baja
Navarra, siendo la alta, la Navarra peninsular y la baja, al norte de los
Pirineos.
EL REINO DE ARAGÓN
El Reino de Aragón no
nace hasta el año 1035,
gracias a la unión de los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza en la figura
de Ramiro I, hijo natural pero
ilegítimo de Sancho El Mayor,
Rey de Pamplona. Ramiro nunca se hubiera convertido en primer rey de Aragón si
no se hubiera peleado con su hermano García de Nájera,
para crear una nueva dinastía, que finalmente consiguió, empezando por regir
las rentas reales de Sobrarbe y Ribagorza.
Aunque él nunca se autodenominó Rey de Aragón,
realmente sí gozó de semejante status, visto que ejerció todas las partes de
la potestas regia y se ganó el favor de condes, barones y
señores aragoneses. Él fue sin duda el que sentó las bases del futuro Reino de
Aragón, asegurando la línea sucesoria, casándose con Ermesinda, hija de Bernardo Roger, conde de Foix-Bigorra, en el año1036,
así teniendo 4 hijos, de los cuales el varón, Sancho Ramírez, siguió la línea
dinástica como Sancho I de Aragón (Aunque
más tarde llegó a ser ‘Sancho I de Aragón y V de Pamplona’ desde el año 1076).
Ramiro I acabó con la tutela navarra de Aragón. A partir de aquí, comenzaba un
camino libre e independiente, y en poco tiempo el Reino de Aragón acabó siendo
considero Estado Occidental.
La incorporación del reino de Pamplona en el año
1076 hizo que Pedro I (1094–1104)
ocupara las ciudades de Huesca y
Barbastro, y como Sancho se había hecho vasallo anteriormente del Papa
para poder avanzar hacia el territorio del sur (musulmán) con su consentimiento,
se trasladaron las sedes episcopales de Jaca y Roda. Posteriormente, con las conquistas de Zaragoza, Tudela, Tarazona, Calatayud y
Daroca por parte de Alfonso I el Batallador,
el Reino de Aragón cambió radicalmente a mejor, pues ya no se trataba
de un pequeño reino de montañeses alzados contra el invasor. Aquello estaba
congiendo forma de Imperio, pero al no poder contraer matrimonio ni tener hijos
(fracasó su intento con la Reina
Leonesa Doña Urraca), prácticamente
obligó a que el Reino de Navarra acabara apartándose por completo del Reino de
Aragón, por culpa de un futuro incierto. Al Batallador no se lo ocurrió otra
cosa que poner en su testamento que sus reinos serían heredados por las órdenes militares, lo que provocó a la
nobleza, quienes eligieron a su hermano Ramiro II el Monje para
el Reino de Aragón y
a García Ramírez el Restaurador para
el de Navarra, dividiendo su reino
y poniendo fin a la historia conjunta entre Navarra y Aragón. Ramiro II el
Monje casó a su hija Petronila con
el Conde de Barcelona,
Ramón Berenguer IV.
LA CORONA DE ARAGÓN
El primer
monarca de la Corona de Aragón fue Alfonso II, hijo del Conde de Barcelona y de Petronila. Entre Alfonso II y el Rey
Fernando II de León intentaron recuperar Navarra, pero Sancho VI de Navarra
consiguió convencerles de lo contrario, estableciendo una tregua, por lo que
los reyes de Aragón y León decidieron atacar a Castilla. El Reino de
Castilla también lo vio venir y no sólo los repelieron sino que acordaron que
el rey de Aragón contrayera matrimonio con Sancha, tía de Alfonso VIII de
Castilla, así comenzando un período de paz entre reinos. Parecía que era el
momento de buscar otras alternativas expansionistas…
Y es en este momento cuando llega Jaime I El Conquistador,
llamado así por haber ampliado la Corona
de Aragón conquistando Mallorca,
Menorca, Ibiza, Formentera e incluso Valencia. Posteriormente Pedro III el Grande conquistó
Sicilia ( satisfaciendo intereses mercantiles de los navegantes catalanes sobre
las costas mediterráneas), dando paso a que Jaime II conquistara
Córcega y Cerdeña. Aquí es cuando surge la figura del Almogávar, infantería ligera
aragonesa donde los haya, algunos de los cuales intervinieron explícitamente en
las disputas internas del Imperio Bizantino, llegando incluso a apoderarse
de los ducados de Atenas y
Neopatria, que fueron aragoneses hasta 1388.
LA LLEGADA DE LOS REYES
CATÓLICOS
Muerto Martín
el humano en 1410, los representantes parlamentarios de Aragón, Valencia
y Cataluña se sentaron para crear lo que hoy conocemos como el principio de
España o El Compromiso de Caspe,
visto que eligieron como sucesor a Fernando I (1412-1416),
miembro de la dinastía castellana de los Trastámara. La
Casa de Trastámara fue la artífice de la convergencia de los reinos
y de la unidad de España a finales del siglo XV.
Tras esto, Alfonso V el Magnánimo conquistó
Nápoles y comenzó a frenar el avance
de los turcos hacia Europa, cuyo avance terminó casi un siglo más tarde
en la famosa Batalla de Lepanto. Y
es aquí cuando llega Juan II,
que también fue Rey de Navarra y tuvo que repeler una insurreción en Cataluña,
tras la que tomó la decisión más importante para la creación de España, casar a
su hijo Fernando II de Aragón con
la heredera del trono de Castilla, Isabel,
matrimonio celebrado en 1469 en Valladolid.
Con los Reyes
Católicos se unifica la política exterior de ambas coronas y se
comienza a formar uno de los Imperios más grandes de la historia, en donde
dicen, ‘No se ponía el sol’.....
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