11 de febrero de 2025

El Toro de Lidia "Toro Bravo"

 El Toro

El Toro de Lidia o como comúnmente se lo llama “Toro Bravo”, es un animal que, debido a sus orígenes, su temperamento, ha logrado ser poseedor de una gran mística. Su estampa hace de este animal un símbolo mezcla de bravura y también un emblema de la cultura de España.

Una de las características más determinantes son sus enormes y afilados cuernos acompañados de una masa muscular imponente.

El Toro Bravo se ha ganado su fama mundial por imponerle respeto a quien le toque enfrentarlo en el ruedo. Esto genera en el torero múltiples sentimientos, en algunos casos temor y en otros casos sirve también para realzar la valentía.

Los primeros datos históricos y referencias escritas sobre el toro aparecen en Asia menor y Egipto.  El Toro de Lidia desciende del Uro o toro salvaje de la Edad Media y tuvo su cuna en España. Desde aquí, luego se extendió y exportó a Portugal, sur de Francia para luego darse paso a numerosos países del Continente Americano principalmente durante el siglo XX.

El ADN mitocondrial del toro de lidia ha legado numerosos enigmas difíciles de descifrar, ya que se ha encontrado cuatro linajes maternos domésticos, los tres de Oriente Próximo y el del Norte de África, y ocho clases que no están en el ADN del resto de bovinos. Así se transforma en la especie que más diversidad aporta al conjunto. El mito del Toro Bravo está en el fondo asentado como una joya genética.

Esta conjunción única, le otorga cualidades físicas que actualmente sigue dando a conocer en los espectáculos taurinos que ocurren en la plaza de toros más importante del mundo, “Las Ventas” situada en la ciudad de Madrid.

Muchas preguntas intentan desenredar la complicada estructura que convierte a este herbívoro en una fiera. Variados estudios científicos también intentan develar este comportamiento. ¿Ataca por naturaleza o es cuestión de crianza?

¿Por qué embiste el toro? “Hay dos pilares para explicar por qué este herbívoro ataca y no huye como el resto: la capacidad que tiene para responder al estrés y la fisiología de la agresividad”, explica el Biólogo Fernando Gil.

Sus estudios están centrados en la parte invisible de este animal y su interés es dilucidar cual sería la chispa que enciende la bravura en él. “Este animal genera rápidamente cortisol, una hormona que aumenta la disponibilidad de glucosa y la pone en juego en la sangre para darle energía. Lo siguiente que ocurre es la eficiencia del Toro de Lidia para producir endorfinas”. Estas hormonas bloquean los receptores de dolor y son las responsables de que el toro no se duela.

Esta conjugación química única diferencia al Toro de Lidia por sobre otros ejemplares en su forma de acometer. “Las ganaderías duras tienen un nivel inferior de serotonina, la hormona que inhibe la agresividad. Es muy curioso como Encastes, Domecq, Núñez y Murube poseen más serotonina que el resto.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario