4 de noviembre de 2017

Ruta Senderista Del Cister

Ruta Monasterio de Rueda
Rafael Fernández Tremps.
Muchas felicidades por el sexto cumpleaños de la Ruta, así como por la esmerada organización de la Asociación de Amigos de Rueda. También quiero hacer extensiva la felicitación a todos los colaboradores: Marta Híjar, de Sástago, Agente de Seguros MGS; Excavaciones Javier Artal, de Escatrón; Áridos Artal S.L. de La Puebla de Híjar y Óptica Bretón, de Zaragoza. Vaya el siguiente escrito en agradecimiento a todos ellos, así como para todos que participaron y disfrutaron de tan atractiva ruta. Gracias.

En septiembre, el día treinta,
atendiendo a la proclama
de los Amigos de Rueda
para hacer la caminata
acudimos al cenobio.
Ruta del Cister se llama
que, en este, cumplió seis años
siguiendo fresca y lozana.

A las puertas del recinto
fue el lugar de la quedada.
Siendo la hora de la cita
las ocho de la mañana.
Algunos tardanos hubo,
en su favor alegaban
que se habían despistado
por la enorme madrugada.

Aun siendo conocedores,
cuando al cenobio llegabas
te invadía la tristeza
al ver sus puertas cerradas.
Una verdadera pena
ver tal joya desgraciada.
Quien espera, desespera
cuando la demora es larga.

Haciendo causa común
nos recibió la mañana:
anduvo el sol perezoso
y el cielo con telarañas,
como queriendo mostrar
dolor y desesperanza,
pues llevan seiscientos días
viéndola sola, olvidada.

A pesar de los pesares
no se pierda la esperanza,
pues nos dieron un aliento:
nos dijeron, en voz baja,
que se hacen reparaciones
ya que dentro se trabaja.
Esperemos que no sea
infinita la tardanza.

Al tiempo de pasar lista,
la camiseta entregaban,
este año de color fucsia.
También, un número daban
para la rifa final
que tenían programada.
Después, hicieron la foto
con la gente uniformada.

Tras dichas formalidades,
se inició la caminata
por su trayecto habitual.
Por ser ruta que no cansa
tuvo pocas variaciones.
Las que hicieron, acertadas.
Y por ella disfrutamos
dos horas y media largas.

Entre ochenta caminantes
la juventud dominaba
que, en aumento año tras año,
a veteranos remplaza.
La razón mujeres/ hombres,
casi, casi equilibrada.
Y un asistente especial,
de Alborge llegó una cabra.

Entre vales y cabezos
discurrió toda la marcha.
El cerro del Mocatero
al fondo se divisaba.
La subida del “Ampriú”,
un gran reto a pedaladas…
Parajes de monte bajo,
la belleza os acompaña.

Las plantaciones de pinos
vimos muy abandonadas
pues, por la escasez de lluvia,
deslucían muchas plantas.
Asnallo, espino, romero,
lentisco, enebro, retama…
Paisajes de monte bajo,
regalos que nos atrapan.

Se fueron formando grupos,
los diálogos comenzaban.
En principio intranscendentes
luego, de cosas variadas
bien del tema de los hijos
o de asuntos de la casa.
Del fútbol del Zaragoza,
que bien juega y que no gana…

De temas de actualidad
no faltó la catalana
y los independentistas
muy mal parados quedaban…
Por marchar tan retrasado,
alguno se lamentaba:
¡Ay! los años no perdonan,
¡Yo que siempre fui medalla!

Tras dos “horicas” y media
la Ruta su fin tocaba,
al cabo de diez minutos
el coche escoba llegaba.
Tomamos de refrigerio
unos hermosos bocatas
de salchichón o chorizo,
según lo que te gustara.

Más tarde, vino el sorteo,
dos gafas de sol rifaban
y veinte litros de aceite
puestos en cuatro garrafas.
A los patrocinadores,
un plato con anagrama
de la Asociación de Amigos
de Rueda les regalaban.

Para terminar les cuento
cosas que se comentaban.
Tomadas a vuelapluma,
de mi cosecha no es nada.
No lo entiendan como crítica,
ni siquiera discrepancia.
Y sí, para querer ver
su sonrisa dibujada.

Para la próxima vez,
el tomate del bocata
podría ser natural
y no ponerlo de lata.
No será moco de pavo
si la hora de la quedada
fuera en hora más prudente
y no tan de madrugada.

¡Ah! Y hablando del aceite,
del que allí se sorteaba,
si trajeran los embases
de dos litros por garrafa,
le tocaría a más gente
y harían más propaganda.
Y no haría falta rifa
si de a cuarto lo envasaran…

Tampoco estaría mal
que una farmacia buscaran
y una crema para el sol
a todos les regalara.
Gran ilusión causaría
si en el mismo pack entrara
una brújula pequeña
que pérdidas evitara.
Mucho empleo le darían,
sobre todo, los que atajan…

Y, como punto final,
quiero decir en voz alta:
mucho merece la pena
hacer esta caminata.
Y la del año que viene
será mucho más sonada:
abrirán el Monasterio,
es nuestra gran esperanza,
y podremos deleitarnos
con una visita guiada
que, de manera erudita,
Bautista, siempre, regala
Rafael Fernández Tremps.
Sástago, septiembre, 2017.


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