San Valero (Valero de Zaragoza) fue Obispo de Zaragoza (siglo IV), maestro de San Vicente Mártir y confesor de la fe cristiana. Es el santo patrón de la ciudad de Zaragoza, en la cual se veneran sus reliquias desde el siglo XII. Su fiesta se celebra el día 29 de enero, siendo tradicional la degustación de roscones con tal motivo; a esta fecha alude el dicho zaragozano "San Valero, ventolero y rosconero".
El alcalde tiene costumbre de repartir trozos de roscón entre la población que acude a la Plaza del Pilar el 29 de enero por la mañana.
29 de enero de 2011
25 de enero de 2011
Hoguera Alforque 2011
Todos los años se repite el mismo diseño de la hoguera de San Sebastian en Alforque, es como si los mismos troncos volvieran a quemarse, el diseño estructural de la hoguera es el mismo. Es como la ofrenda de flores del Pilar el diseño y el resultado final lo tenemos todos en la memoria, pero no por eso es menos espectacular.
En cuanto me entere de quien fue la idea de hacer la hoguera siempre igual, lo reflejare en el escrito, juraría que el diámetro de los troncos que forman la estructura es siempre el mismo.
Por cierto, después de la hoguera baile hasta el amanecer y posteriormente recena en las brasas de la Hoguera de San Sebastian.
Honor y Gloria Alforquinos, seguid así.
Fernando Benito
Video Antonio Clavero
En cuanto me entere de quien fue la idea de hacer la hoguera siempre igual, lo reflejare en el escrito, juraría que el diámetro de los troncos que forman la estructura es siempre el mismo.
Por cierto, después de la hoguera baile hasta el amanecer y posteriormente recena en las brasas de la Hoguera de San Sebastian.
Honor y Gloria Alforquinos, seguid así.
Fernando Benito
Video Antonio Clavero
18 de enero de 2011
San Antón 2011 en Sástago
San Antón 2011 ya es historia, una de las fiestas grandes de Sástago ha pasado un año más. Este año empezó con un campeonato de Mús en el bar La Charrada con dos jamones que se llevaron los campeones Jesús y Agustín, luego una hoguera en la Plaza Ramón y Cajal. Por cierto, este año muy concurrida, con mucha gente cenando al rescoldo de las brasas, luego para bajar la cena, un buen baile en el pabellón de festejos.
Al día siguiente Domingo, la hoguera grande, con quema de fuegos artificiales, pastas y vino moscatel a todo el que quiso degustar. La alcaldesa de Caspe hizo los honores de encender la gran hoguera de este 2011, con la presencia de medios de comunicacion como Aragón Televisión. Luego actuación del grupo de jotas Baluarte Aragonés, todo un clásico de las fiestas de Sastago y baile hasta altas horas de la madrugada.
El día siguiente lunes, empezó con la Santa misa bendición de animales y panes benditos y procesión por las calles del pueblo. A continuación un vermut popular repuso las fuerzas del personal.
Por la tarde guiñote en el bar La Martina con otros dos jamones en juego. Por la noche baile en el pabellón de fiestas.
El martes por la mañana, se repartieron los panes benditos. Por la tarde café concierto en el pabellón. Cabo de año, sorteo del cerdo y subasta de lotes del Cabo de año.
Todos los actos amenizados con la buena música de la charanga La Sentada, cada año más profesionales, por cierto, enhorabuena al Frios por su próximo enlace matrimonial, todo Aragón se ha enterado que se casa este año.
Quiero desde estas líneas agradecer en nombre de todos los que leen el blog a la Concejalia de festejos de Sástago, por su incansable labor y a todos los que colaboran en la buena organización de cada festejo.
Felicitaciones, un año más habéis cumplido el deseo de mucha gente que le gusta celebrar una fiesta tan entrañable como es San Antón.
Fernando Benito
Video Antonio Clavero
Al día siguiente Domingo, la hoguera grande, con quema de fuegos artificiales, pastas y vino moscatel a todo el que quiso degustar. La alcaldesa de Caspe hizo los honores de encender la gran hoguera de este 2011, con la presencia de medios de comunicacion como Aragón Televisión. Luego actuación del grupo de jotas Baluarte Aragonés, todo un clásico de las fiestas de Sastago y baile hasta altas horas de la madrugada.
El día siguiente lunes, empezó con la Santa misa bendición de animales y panes benditos y procesión por las calles del pueblo. A continuación un vermut popular repuso las fuerzas del personal.
Por la tarde guiñote en el bar La Martina con otros dos jamones en juego. Por la noche baile en el pabellón de fiestas.
El martes por la mañana, se repartieron los panes benditos. Por la tarde café concierto en el pabellón. Cabo de año, sorteo del cerdo y subasta de lotes del Cabo de año.
Todos los actos amenizados con la buena música de la charanga La Sentada, cada año más profesionales, por cierto, enhorabuena al Frios por su próximo enlace matrimonial, todo Aragón se ha enterado que se casa este año.
Quiero desde estas líneas agradecer en nombre de todos los que leen el blog a la Concejalia de festejos de Sástago, por su incansable labor y a todos los que colaboran en la buena organización de cada festejo.
Felicitaciones, un año más habéis cumplido el deseo de mucha gente que le gusta celebrar una fiesta tan entrañable como es San Antón.
Fernando Benito
Video Antonio Clavero
13 de enero de 2011
El Siluro
Como todas las historias que contamos en las Tertulias, los nombres de las personas que protagonizan la historia son fictícios, no así la historia que es verdadera.
El siluro
Esta historia ocurrió hace unos años en las cercanías de Sástago......
Un grupo de amigos, organizaron una jornada de pesca y marcharon a un lugar secreto en las cercanías del pueblo, donde según Jesús había mucho siluro.
La jornada consistía en acudir a los puestos de pesca con las primeras luces del amanecer, cebar las cañas, lanzarlas al río y empezar a sacar siluros sin parar, hacer una pausa para almorzar, rápida, lo que cuesta asar una panceta un poco de longaniza, beber un par de tragos de vino, contar tres o cuatro mentiras de las que cuentas los pescadores o los cazadores y volver rápidamente a las cañas para seguir sacando siluros sin parar hasta la hora del vermut, donde como siempre haríamos viajes a los diferentes bares del pueblo, la primera cerveza al bar del Manchón, la segunda al Maximino, la tercera a la Maravilla, la cuarta al Hostal etc. Mientras tanto algún bromista hacia sonar el cascabel de alguna caña atando un hilo a la caña, haciendo que el dueño saliera disparado a ver si había picado algo y se daba cuenta que había sufrido la broma del bromista de turno.
A continuación mientras Manolo hacia el arroz los demás jodíamos la marrana con que lo hacía mal, que le falta agua o cualquier cosa que molestara al chef, todo ello sin dejar de sacar siluros del río.
La realidad fue que con las primeras luces echamos las cañas al río y no vimos picada hasta la hora del almuerzo, y después del almuerzo seguimos sin ver picada hasta la hora del vermut, y la desgracia fue que cuando íbamos por el Maximino sonó el cascabel de mi caña. Primero me asegure que no era la broma de ningún hilo y cuando estuve seguro porque la caña se doblaba hasta tocar la punta en el agua del río salí disparado y comprobé que un monstruo se había enganchado a mi caña, era la primera picada de la mañana y tenía en la caña un bicharraco que salía disparado sacando toda la línea del carrete.
Nunca pensé que me resultaría tan difícil sacar un pez del agua, mientras el animal cedía y se marchaba los “amigos” empezaron su juerga particular Jesús se me ponía delante y me secaba el sudor de la frente, Carlos por detrás me empentaba un vaso de vermouth en la boca atragantándome, manolo me endiñaba un mejillón sin que me hubiese recuperado del atragantamiento, Eduardo no paraba de decirme ¡ tira!, ¡afloja..!, ¡tiraaaa..!, ¡que se vaaaaa....!.
Yo seguía sin ver nada porque Jesús se empeñaba en ponerme un cachirulo en la cabeza uniendo dos servilletas, para hacer la foto decía él.Juraba en hebreo porque no me dejaban ver y Carlos se empeñaba en meterme por el gaznate el vermouth del vaso y me decía que no hiciera caso a nadie que el pez no se iba a soltar Manolo me metía un mejillón tras otro y yo me atragantaba, tosía juraba y el pez tiraba como un demonio.
Opte por sentarme en el suelo para que me dejaran en paz y por fin salió a la vista la lomera del siluro de treita y tantos Kg que estaba enganchado en mi caña y que me estaba agotando.
Por fin conseguí acercarlo a la orilla sin levantarme de donde me había sentado y Javi lo cogió con el gancho y lo saco del agua, entonces me levante mirando con orgullo contenido, sin dar muestras de mi alegría, porque hubiese sido objeto de las más duras críticas y mofas, el bicho enorme que tuve la suerte de pescar.
Tras las fotos de rigor acondicionamos el pez para mantenerlo vivo y terminamos por fin de tomar el vermut aunque yo ya había visitado todos los bares del pueblo. No tuvimos ninguna picada hasta la hora de comer así que se quedaron las cañas en río. Y comimos el excelente arroz con conejo que había hecho Manolo, aunque lógicamente a el no se lo dijimos, sino todo lo contrario.
¡ Un poco pasao está el arroz!, ¡ y el conejo un poco crudo!, ¡ y soso ¡
¡ Tocarme los huevos, la próxima vez hará el arroz otro!
¡ No jodas Manolo que estos no tienen ni puñetera idea de hacer arroz ¡
¡ Esta buenísimo ¡
Entre dimes y diretes comimos, tomamos café, y no volvimos a tener picada en toda la tarde, cuando nos cansamos de jugar al mús, decidimos marcharnos y discutimos que hacer con el pez.
Acordamos dejarlo como estaba y marchar al hostal a bebernos unas cervecitas frescas mientras y decidir que hacíamos con el animal si volvíamos a soltarlo o lo dejábamos y volvíamos al día siguiente.
En el hostal pedimos unas cervezas porque hacia calor y a nosotros hacía tiempo que se nos habían acabado, mientras comentábamos lo grande que era el pez y los kilos que pesaba, José Mari y Arcadio que estaban en el hostal no se creían que habíamos pescado un pez tan grande y Arcadio creyendo a pies juntillos que era mentira lo que narrábamos nos ofreció su coche para ir a buscar el pez.
Ni corto ni perezoso Manolo cogió las llaves del todo terreno y me indico con un gesto que fuera con él.
¡ Vamos a por el pez!
Montamos en el coche de Arcadio, Manolo, Sergio y yo. Recuerdo el viajecito de ida a por el dichoso pez y sobre todo el de vuelta. Fué como una carrera de la baja a Aragón, me vi en el Ebro tres o cuatro veces y me agarraba a todo lo que podía al asidero de la puerta de atrás, mientras Sergio se descojonaba de risa y Manolo ponía cara de piloto de carreras.
El pez que iba en la parte de atrás asomando la cabeza por la ventanilla pegaba unos botes que llegaban al techo del vehículo.
Por fin llegamos al hostal y demostramos a José Mari y Arcadio que el pez era como decíamos pero José Mari no estaba de acuerdo en el peso y nos fuimos con él a pesarlo a su casa, recorrimos el pueblo con el pez asomando su enorme cabeza por la ventanilla de atrás del todo terreno de Arcadio, llamando la atención de todo el que se daba cuenta del enorme pez que viajaba en el coche con nosotros y que asomaba su enorme cabeza por la ventana.
En báscula el pez peso 34,8 Kg., si no recuerdo mal. Lo devolvimos al río vivo y coleando, aunque con algún trauma que otro.
Tertulias de La Manqueta
El siluro
Esta historia ocurrió hace unos años en las cercanías de Sástago......
Un grupo de amigos, organizaron una jornada de pesca y marcharon a un lugar secreto en las cercanías del pueblo, donde según Jesús había mucho siluro.
La jornada consistía en acudir a los puestos de pesca con las primeras luces del amanecer, cebar las cañas, lanzarlas al río y empezar a sacar siluros sin parar, hacer una pausa para almorzar, rápida, lo que cuesta asar una panceta un poco de longaniza, beber un par de tragos de vino, contar tres o cuatro mentiras de las que cuentas los pescadores o los cazadores y volver rápidamente a las cañas para seguir sacando siluros sin parar hasta la hora del vermut, donde como siempre haríamos viajes a los diferentes bares del pueblo, la primera cerveza al bar del Manchón, la segunda al Maximino, la tercera a la Maravilla, la cuarta al Hostal etc. Mientras tanto algún bromista hacia sonar el cascabel de alguna caña atando un hilo a la caña, haciendo que el dueño saliera disparado a ver si había picado algo y se daba cuenta que había sufrido la broma del bromista de turno.
A continuación mientras Manolo hacia el arroz los demás jodíamos la marrana con que lo hacía mal, que le falta agua o cualquier cosa que molestara al chef, todo ello sin dejar de sacar siluros del río.
La realidad fue que con las primeras luces echamos las cañas al río y no vimos picada hasta la hora del almuerzo, y después del almuerzo seguimos sin ver picada hasta la hora del vermut, y la desgracia fue que cuando íbamos por el Maximino sonó el cascabel de mi caña. Primero me asegure que no era la broma de ningún hilo y cuando estuve seguro porque la caña se doblaba hasta tocar la punta en el agua del río salí disparado y comprobé que un monstruo se había enganchado a mi caña, era la primera picada de la mañana y tenía en la caña un bicharraco que salía disparado sacando toda la línea del carrete.
Nunca pensé que me resultaría tan difícil sacar un pez del agua, mientras el animal cedía y se marchaba los “amigos” empezaron su juerga particular Jesús se me ponía delante y me secaba el sudor de la frente, Carlos por detrás me empentaba un vaso de vermouth en la boca atragantándome, manolo me endiñaba un mejillón sin que me hubiese recuperado del atragantamiento, Eduardo no paraba de decirme ¡ tira!, ¡afloja..!, ¡tiraaaa..!, ¡que se vaaaaa....!.
Yo seguía sin ver nada porque Jesús se empeñaba en ponerme un cachirulo en la cabeza uniendo dos servilletas, para hacer la foto decía él.Juraba en hebreo porque no me dejaban ver y Carlos se empeñaba en meterme por el gaznate el vermouth del vaso y me decía que no hiciera caso a nadie que el pez no se iba a soltar Manolo me metía un mejillón tras otro y yo me atragantaba, tosía juraba y el pez tiraba como un demonio.
Opte por sentarme en el suelo para que me dejaran en paz y por fin salió a la vista la lomera del siluro de treita y tantos Kg que estaba enganchado en mi caña y que me estaba agotando.
Por fin conseguí acercarlo a la orilla sin levantarme de donde me había sentado y Javi lo cogió con el gancho y lo saco del agua, entonces me levante mirando con orgullo contenido, sin dar muestras de mi alegría, porque hubiese sido objeto de las más duras críticas y mofas, el bicho enorme que tuve la suerte de pescar.
Tras las fotos de rigor acondicionamos el pez para mantenerlo vivo y terminamos por fin de tomar el vermut aunque yo ya había visitado todos los bares del pueblo. No tuvimos ninguna picada hasta la hora de comer así que se quedaron las cañas en río. Y comimos el excelente arroz con conejo que había hecho Manolo, aunque lógicamente a el no se lo dijimos, sino todo lo contrario.
¡ Un poco pasao está el arroz!, ¡ y el conejo un poco crudo!, ¡ y soso ¡
¡ Tocarme los huevos, la próxima vez hará el arroz otro!
¡ No jodas Manolo que estos no tienen ni puñetera idea de hacer arroz ¡
¡ Esta buenísimo ¡
Entre dimes y diretes comimos, tomamos café, y no volvimos a tener picada en toda la tarde, cuando nos cansamos de jugar al mús, decidimos marcharnos y discutimos que hacer con el pez.
Acordamos dejarlo como estaba y marchar al hostal a bebernos unas cervecitas frescas mientras y decidir que hacíamos con el animal si volvíamos a soltarlo o lo dejábamos y volvíamos al día siguiente.
En el hostal pedimos unas cervezas porque hacia calor y a nosotros hacía tiempo que se nos habían acabado, mientras comentábamos lo grande que era el pez y los kilos que pesaba, José Mari y Arcadio que estaban en el hostal no se creían que habíamos pescado un pez tan grande y Arcadio creyendo a pies juntillos que era mentira lo que narrábamos nos ofreció su coche para ir a buscar el pez.
Ni corto ni perezoso Manolo cogió las llaves del todo terreno y me indico con un gesto que fuera con él.
¡ Vamos a por el pez!
Montamos en el coche de Arcadio, Manolo, Sergio y yo. Recuerdo el viajecito de ida a por el dichoso pez y sobre todo el de vuelta. Fué como una carrera de la baja a Aragón, me vi en el Ebro tres o cuatro veces y me agarraba a todo lo que podía al asidero de la puerta de atrás, mientras Sergio se descojonaba de risa y Manolo ponía cara de piloto de carreras.
El pez que iba en la parte de atrás asomando la cabeza por la ventanilla pegaba unos botes que llegaban al techo del vehículo.
Por fin llegamos al hostal y demostramos a José Mari y Arcadio que el pez era como decíamos pero José Mari no estaba de acuerdo en el peso y nos fuimos con él a pesarlo a su casa, recorrimos el pueblo con el pez asomando su enorme cabeza por la ventanilla de atrás del todo terreno de Arcadio, llamando la atención de todo el que se daba cuenta del enorme pez que viajaba en el coche con nosotros y que asomaba su enorme cabeza por la ventana.
En báscula el pez peso 34,8 Kg., si no recuerdo mal. Lo devolvimos al río vivo y coleando, aunque con algún trauma que otro.
Tertulias de La Manqueta
7 de enero de 2011
Elecciones Municipales
Para los Aspirantes a la Alcaldía o a las concejalias
Ahora que se acercan las elecciones municipales y los partidos políticos empezaran hacer campaña de sus virtudes y de lo mucho que van hacer por el pueblo y para los habitantes de la localidad, no estaría demás que entre todos los lectores les pongamos en los comentarios a esta entrada, cosas que podrían mejorar en la población para que lo añadan en sus programas electorales.
Añadan sus comentarios aunque sea de forma anónima para que los políticos se den cuenta de lo que quieren de verdad los ciudadanos que los votan.
Ahora que se acercan las elecciones municipales y los partidos políticos empezaran hacer campaña de sus virtudes y de lo mucho que van hacer por el pueblo y para los habitantes de la localidad, no estaría demás que entre todos los lectores les pongamos en los comentarios a esta entrada, cosas que podrían mejorar en la población para que lo añadan en sus programas electorales.
Añadan sus comentarios aunque sea de forma anónima para que los políticos se den cuenta de lo que quieren de verdad los ciudadanos que los votan.
5 de enero de 2011
El de Las Calzas Verdes
España se empieza a parecer a aquellos pueblos donde los poderosos exprimían a la población con impuestos hasta dejarlos completamente sin un céntimo. Eso sí, los poderosos tenían para comer y beber bien, para mantener un ejército cuanto más poderoso mejor, e invitados por doquier todo salía de los bolsillos cada vez más vacíos de la población, que muchas veces se preguntaba que beneficio obtenían después de que les hubiesen quitado hasta el último aliento, aparte de conservar la vida claro está.
Bueno pues en la España de estos momentos, está pasando lo de entonces, pero claro sin el mismo romanticismo de entonces, a ver como lo explico yo.
Tenemos más de 4.000.000 de parados en España, y a primeros de año quitan las ayudas para comprarse la 1ª vivienda, además nos suben sin cortarse un pelo el IVA, agua, gas, electricidad, pan leche y vino y todo lo demás, la gasolina esta abusivamente cara. Encima tienen la desfachatez de no subirnos los sueldos congelados desde hace varios años y por si eso fuera poco también congelan las pensiones y nos prohíben fumar, pero podemos seguir comprando tabaco a más de 4€ la cajetilla, porque más de la mitad va a parar en forma de impuestos a las arcas del Sheriff. Para más jolgorio, nuestros poderosos van a reunirse con otros poderosos, pero más poderosos que ellos y van y les piden que nos expriman un poco más que aún hay margen antes de la revuelta, que nos despidan gratis y que cobremos menos y trabajemos un par de horas más.
Y sale la Merkel una Sheriff bárbara cabeza cuadrada, pero muy poderosona ella y dice que nuestros poderosos aportan poco que tienen que aportar más, que en nuestro territorio tienen que bajar más los sueldos que si no, no somos competitivos como los rumanos y los chinos y que sus gentes quieren comprarse la 2ª casa en la playa en 1ª línea y no quieren españoles cerca.
Y el Sheriff nuestro va y le dice que tiene toda la razón, que le dará todo lo que pide pero que quiere salir en la foto con todos los poderosotes de Europa, que si no le van a empezar a salir bandoleros por Sierra Morena.
Mientras tanto, los que han quedado al mando de los castillos en la España de farándula y pañoleta, para ganar enteros ante el Sheriff, no se cortan y dicen que hay que subir más los impuestos, hay que trabajar más y cobrar la mitad que si no, no salen las cuentas, que hay que denunciar al que fuma, para ponerle multas importantes que reforzaran las arcas del reino.
En ese momento de mi fantasía mental paso por una tienda de retales y veo un rollo de paño verde que me recuerda los calzones de Robin Hood, sacudo la cabeza , no quiero ni pensarlo, a mis años como me voy a meter a bandolero, si además no se tirar con arco.
En fin, sigo caminando por el Paseo de Independencia de Zaragoza viendo como han aumentado los pobres pidiendo limosna, claro que como los poderosos sigan exprimiéndonos a la velocidad que lo hacen, tendremos que sacar del baúl de los recuerdos el traje de baturro, arreglarlo para que quepa en él, coger mi bandurria, pillar un perro callejero de los muchos que abundan por Zaragoza y enseñarle a estar sentado sobre sus patas traseras, sosteniendo una cazoleta entre los dientes.
De ese modo, el perro y yo nos iremos por la mañana a la calle Alfonso y tocare la bandurria hasta que me sangren las yemas de los dedos, vestido de baturro y con el perro sentado frente a mí sosteniendo el pozalillo, a ver si les damos pena a los pudientes de la población que pasen cerca y nos echan algunos céntimos para poder comer.
El caso es ahora que pienso, algunos de los poderosotes que están en el poder son los que no hace muchos años, reivindicaban mejoras para los trabajadores y los pensionistas. Son los que se manifestaban en la calle y corrían delante de la policía del Mas Poderoso. Algunos de esos son los que ahora están en el poder, otros ni siquiera saben de qué hablo, algunos ni siquiera saben quién era el Mas Poderoso, algunos tienen una formación intelectual más bien de bajo nivel y el Sheriff los deja dictar las leyes, eso dice poco a favor del Sheriff.
¡ Cáspitas!, He llegado a una conclusión:
Si el poder corrompe y Los políticos tienen el poder, Los Políticos están corrompidos.
¡Hace falta un Robin Hood!
Tertulias de La Manqueta
2 de enero de 2011
!!Que Chasco!!
Cada día que pasa creo menos en el Euro, en la Comunidad Económica Europea o en el gran estado europeo que alguno pretende.
No se que esperábamos los españoles al entrar en una comunidad de ricos, es como si un obrero se compra un chalet en una urbanización de ricos y quiere vivir acorde con el presupuesto que tienen ellos en su comunidad, pero con sueldo de obrero español. En poco tiempo el obrero tendrá que vender el chalet o arruinarse irremisiblemente.
Ahora resulta que estamos en Europa, pero no en la Europa de las grandes potencias, dígase Alemania, Francia, U. K. y los países nórdicos. Estamos en la de los países mediocres, que han estado recibiendo ayudas de los ricos para reciclar cosas turísticas, carreteras para que los ricos vengan a disfrutarlas cuando les plazca.
Así veo yo Europa y los europeos, alemanes, franceses, ingleses, belgas, holandeses y nórdicos, nos están devolviendo las picas que plantamos en Flandes, una a una.
Y siempre a punto de guerra
combatieron, siempre grandes,
en Alemania y en Flandes,
en Francia y en Inglaterra.
Y se prosternó la tierra
estremecida a su paso;
y simples soldados rasos,
en portentosa campaña,
llevaron el sol de España
desde el Oriente al Ocaso.
Y todo gracias a los políticos con afán europeo que nos han metido en la zona Euro. Anda que no tenían ganas de revancha esos países, nos estaban esperando desde hace años y esos políticos nos han puesto en sus manos. Y lo peor es que no nos hemos dado cuenta hasta que la crisis nos ha puesto en nuestro sitio.
Últimamente estoy muy pesimista todo lo veo gris oscuro y pensar que hace cuatro siglos en España no se ponía el sol, y éramos la mayor potencia del mundo y la envidia de Europa, ¡maldita sea! Donde esta el oro y la plata que trajimos de las Américas?, que lo saquen los que lo chorizaron, que ahora nos hace mucha falta, malditos filibusteros franceses, ingleses y holandeses, envidiosos de nuestro poder y nuestras riquezas, malditos españoles ávidos de poder, corrompidos por el oro y por la plata. Los había entonces y los hay ahora.
Ya se lo decían al capitán Alatriste. Cronistas y poetas, y hasta Homero.
De ti, soldado, la memoria canten.
Porque tus enemigos aún se espantan.
Al recordar el brillo de tu acero.
Breda y Ostende, Mástríque y Amberes.
Teatro son de tus heroicas gestas.
Donde hubiste las armas siempre prestas.
Por cumplir con tu Rey y tus deberes.
Luteranos, flamencos insurrectos,
Turcos, leopardos de la Inglaterra
Probaron de tu brío los efectos.
Proclamen, pues, los cielos y la tierra.
Los lances y los hechos circunspectos
de Alatriste, ¡¡el rayo de la guerra!
Ojala hubiesen habido muchos Alatristes en nuestra España, entonces y ahora, otro gallo nos cantaría en estos momentos.
Los sonetos de este escrito están extraídos del libro, El sol de Breda, de Arturo Pérez Reverte
Tertulias de La Manqueta
No se que esperábamos los españoles al entrar en una comunidad de ricos, es como si un obrero se compra un chalet en una urbanización de ricos y quiere vivir acorde con el presupuesto que tienen ellos en su comunidad, pero con sueldo de obrero español. En poco tiempo el obrero tendrá que vender el chalet o arruinarse irremisiblemente.
Creo firmemente que si nos hubiésemos mantenido fuera de la comunidad económica, hubiéramos llegado a los mismos objetivos, a lo mejor valorando más las cosas.
Ahora resulta que estamos en Europa, pero no en la Europa de las grandes potencias, dígase Alemania, Francia, U. K. y los países nórdicos. Estamos en la de los países mediocres, que han estado recibiendo ayudas de los ricos para reciclar cosas turísticas, carreteras para que los ricos vengan a disfrutarlas cuando les plazca.
Así veo yo Europa y los europeos, alemanes, franceses, ingleses, belgas, holandeses y nórdicos, nos están devolviendo las picas que plantamos en Flandes, una a una.
Y siempre a punto de guerra
combatieron, siempre grandes,
en Alemania y en Flandes,
en Francia y en Inglaterra.
Y se prosternó la tierra
estremecida a su paso;
y simples soldados rasos,
en portentosa campaña,
llevaron el sol de España
desde el Oriente al Ocaso.
Y todo gracias a los políticos con afán europeo que nos han metido en la zona Euro. Anda que no tenían ganas de revancha esos países, nos estaban esperando desde hace años y esos políticos nos han puesto en sus manos. Y lo peor es que no nos hemos dado cuenta hasta que la crisis nos ha puesto en nuestro sitio.
Que hacemos ahora señores políticos, porque en época de vacas gordas teníamos sueldo de obrero español, pero con las ayudas de los países ricos íbamos tirando. Pero ahora con el sueldo de obrero español subiéndonos los impuestos, bajándonos los sueldos y sin ayudas de los poderosos, tendremos que ir pensando en vender la segunda línea de playa, la primera ya la habían comprado los obreros europeos con sueldos de obreros europeos y pensiones de obreros europeos.
Quiero pensar que esta crisis de principio de siglo XXI no tardara mucho en irse, porque como siga un poco mas hará falta más que la segunda línea de playa para salir adelante, necesitaremos la tercera y la cuarta línea de playa.
Últimamente estoy muy pesimista todo lo veo gris oscuro y pensar que hace cuatro siglos en España no se ponía el sol, y éramos la mayor potencia del mundo y la envidia de Europa, ¡maldita sea! Donde esta el oro y la plata que trajimos de las Américas?, que lo saquen los que lo chorizaron, que ahora nos hace mucha falta, malditos filibusteros franceses, ingleses y holandeses, envidiosos de nuestro poder y nuestras riquezas, malditos españoles ávidos de poder, corrompidos por el oro y por la plata. Los había entonces y los hay ahora.
Ya se lo decían al capitán Alatriste. Cronistas y poetas, y hasta Homero.
De ti, soldado, la memoria canten.
Porque tus enemigos aún se espantan.
Al recordar el brillo de tu acero.
Breda y Ostende, Mástríque y Amberes.
Teatro son de tus heroicas gestas.
Donde hubiste las armas siempre prestas.
Por cumplir con tu Rey y tus deberes.
Luteranos, flamencos insurrectos,
Turcos, leopardos de la Inglaterra
Probaron de tu brío los efectos.
Proclamen, pues, los cielos y la tierra.
Los lances y los hechos circunspectos
de Alatriste, ¡¡el rayo de la guerra!
Ojala hubiesen habido muchos Alatristes en nuestra España, entonces y ahora, otro gallo nos cantaría en estos momentos.
Los sonetos de este escrito están extraídos del libro, El sol de Breda, de Arturo Pérez Reverte
Tertulias de La Manqueta
William Wallace
William Wallace nació en enero del 1272 en la ciudad escocesa de Elerslie (cerca de Glasgow), muy poco antes de que llegase al trono de Inglaterra el que sería su gran enemigo, Eduardo I, de la casa Plantagenet.
William Wallace, vivió sus primeros años en un clima de tensiones y disputas que se sucedieron entre los numerosos nobles escoceses tras la muerte del rey Alexander III.
Entre los 14 y 16 años William Wallace, vivió en Dunipace, con un clérigo tío suyo, con el que estudió a los clásicos en latín.
Ya con esta edad medía 2 metros de altura, lo que le convertía casi en un gigante para el tamaño medio de entonces, también era muy fuerte y hablaba tres idiomas.
La muerte de su padre, el destierro de su madre y el sistema de opresión que vivían los suyos por parte de los ingleses hizo que William Wallace, abandonase la incipiente carrera eclesiástica.
Así, cansado de la opresión y el dominio inglés se unió con otros jóvenes, convirtiéndose en una banda de forajidos. Con ellos,William Wallace, fue hasta Loudun Hill, donde vivía el caballero inglés Fennwick, que había matado a su padre.
Él sólo contaba con 50 hombres, frente a los 200 soldados ingleses; aún así, más de la mitad de estos murieron, incluyendo a Fennwick.
Los hombres de William Wallace , además de disfrutar su primera gran victoria, se encontraron con un número considerable de espadas , armas y caballos. William Wallace se convirtió así en un forajido al que pusieron precio por su cabeza.
Su pequeño ejército se refugió en el bosque de Ettrick y durante 5 años, junto con sus hombres, visitó poblaciones tomadas por los ingleses para conocer al enemigo y realizó guerrillas contra tropas y patrullas, ocasionando numerosas bajas.
A pesar de todo ello, a William Wallace le dio tiempo para cortejar a la joven Marion Braidfute, que vivía en Lannark, ciudad gobernada por e lsheriff Hazelrig, el cual, para obligar a William Wallace a ir a su ciudad y así capturarlo, mató al hermano de Marion. Y efectivamente William Wallace llegó, pero, aunque causó una considerable matanza entre los soldados ingleses, tuvo que regresar al bosque sin haber conseguido llegar a la casa de su amada. Entonces, el sheriff Hazelrig, despechado por no conseguir capturar al forajido más buscado, mató a Marion.
La venganza no se hizo esperar. William Wallace, acompañado esta vez por todos sus hombres, atacó durante la noche, dejando vivos sólo a las mujeres y los religiosos. Aquello aumentó su fama, y muchos más escoceses se unieron a él y las tropas inglesas a la largo y ancho de Escocia sufrieron su guerra de guerrillas.
El rey Eduardo mandó 40.000 soldados de a pie y 300 jinetes para resolver el problema escocés al mando del Gobernador inglés de Escocia, John de Warenne. El primer gran enfrentamiento tuvo lugar en Irvine, julio de 1297; muchos nobles escoceses no quisieron participar por no querer estar bajo el mando de alguien a quien consideraban de inferior rango.
William Wallace , tuvo que retirarse hacia el norte, aunque después siguió a los ingleses cuando estos creyeron que el asunto estaba zanjado.
El siguiente gran enfrentamiento sería decisivo por necesidad: un numeroso y bien armado ejército, con muchos veteranos de las guerras de Flandes y Gales, frente a quienes hasta entonces sólo habían hecho guerrillas y estaban armados principalmente con espadas, lanzas, hachas y cuchillos.
La batalla tuvo lugar el 11 de septiembre de 1297, en el puente de Stirlig, que se hundió ante el peso de la caballería inglesa, facilitando así la victoria de William Wallace. Aunque este tuvo que sufrir la pérdida de su mejor amigo: Sir Andrew Moray. A aquella victoria siguieron otras, incluyendo la toma del castillo de Edimburgo. Y así quedó Escocia momentáneamente libre de ingleses.
Entonces William Wallace, vio que había otro trabajo que hacer: restaurar las vías comerciales y diplomáticas con los otros países, tal como estaban con el rey Alexandre III.
Fue elegido Guardián de Escocia, título que casi equivalía a nombrarlo rey (el auténtico, John Baliol, estaba preso en Londres; más tarde sería exiliado a Francia, de donde no regresaría).
Alarmado por la derrota inglesa, Eduardo I regresó de Flandes, donde mantenía otra guerra, y fue en persona hacia Escocia con un enorme ejército que fue avanzando por el norte de Inglaterra, donde William Wallace también había conquistado algunas ciudades, haciendo huir a los escoceses que se encontraban por allí.
Entonces William Wallace, usó la práctica de tierra quemada, para que el enemigo no encontrase provisiones a su paso, pero eso ya estaba previsto por el rey inglés, al que le llegaban las provisiones en barcos desde Irlanda, aunque en alguna ocasión estos se hundieron en el mar por culpa de una tormenta.
Además de esta inmensa fuerza, tres veces mayor que la de los escoceses, William Wallace fue traicionado por dos de sus nobles. En la batalla de Falkirk, a pesar de la buena idea de oponerse al asalto de la caballería inglesa colocando las lanzas sujetas firmemente contra el suelo, los escoceses fueron derrotados y el rey inglés ofreció una importante recompensa por la captura de William Wallace.
Además de la derrota, este tuvo que soportar el desprecio de los propios nobles escoceses, que nombraron Guardianes de Escocia a Robert Bruce y John Comyn, este último, sobrino de John Baliol.
Una vez perdido el carisma de vencedor de todas las batallas, su condición fue decisiva para que los nobles le retiraran el apoyo. Por si fuera poco, el rey Eduardo decretó una amnistía para todos aquellos que combatieron por Escocia, excluyendo de ella a William Wallace, que de nuevo se veía convertido en un forajido. También nombró rey a John Comyn.
Parece ser que William Wallace, estuvo un tiempo en Francia, donde Felipe IV le ofreció títulos nobiliarios y el gobierno de alguna tierra, pero el amor por su tierra le llevó a volver en 1305. Allí, nuevamente fue traicionado. Esta vez por Sir John de Menteith, antiguo amigo y compañero de armas, que introdujo a uno de sus sobrinos en su banda, para así estar al tanto de todo cuanto hacía.
Así consiguió llevarlo hasta el castillo de Carslile, donde fue encerrado en una mazmorra. De allí fue llevado a Londres fuertemente custodiado y atado a un caballo, en un largo viaje de 17 días.
Fue acusado de alta traición, cosa que él negó, ya que nunca había jurado lealtad al rey inglés, y sentenciado a morir en el mismo día.
Los detalles de su ejecución son especialmente truculentos, incluso pensando en los cánones de la época: William Wallace, fue arrastrado por dos caballos por las calles de Londres y apedreado por la multitud hasta llegar a Smithfield, donde estaba el lugar de ajusticiamientos.
Allí lo ahorcaron por un corto tiempo, lo suficiente para que sólo perdiese el conocimiento. Lo descolgaron y, mientras aun estaba vivo, le cortaron los genitales, le abrieron el vientre y le sacaron los intestinos, que fueron quemados; finalmente, su cabeza fue cortada y puesta en una pica en el Puente de Londres, mientras que manos y pies fueron mandados a cuatro extremos de Inglaterra.
En Alberdeen, donde llevaron el pie izquierdo, fue enterrado lo que quedaba del cuerpo. Este tipo de ejecución contra el delito de traición fue introducido en Inglaterra por los normandos y estuvo vigente hasta el siglo XVIII. Y seguramente se usó con bastante frecuencia; hay que tener en cuenta que en la Torre de Londres la llamaban Puerta de los Traidores.
Se habla mucho de la espada de William Wallace, la cual es del tipo tradicional para ser manejada con las dos manos, mide aproximadamente 66 pulgadas de largo, siendo la longitud de la hoja de 52 pulgadas. La calidad del metal sugiere que es de origen escocés, aunque otras espadas del mismo periodo fueron hechas en Finlandia o Alemania.
La lucha por la independencia de Escocia continuó, en 1314 Roberto "the bruce" tomo las riendas de la rebelión y combatió a los ingleses hasta lograr la independencia en 1320. Así, fue coronado como el Rey Roberto I de Escocia.
Aunque jamas olvido su traición a William Wallace, en la batalla de Falkirk y en su lecho de muerte, pidió que su corazón fuera llevado a las cruzadas, buscando el perdón de Dios y de sus errores pasados.
Eduardo I falleció a principios del siglo 14 y fue su hijo Eduardo II quien le dio la independencia a Escocia, tan buscada por William Wallace.
La cuestión es que William Wallace, el héroe, ha pasado de la Historia al mito y a la leyenda, y millones de escoceses, e incluso habitantes de otros países, han querido verse reflejados en el hábil diplomático, el pertinaz luchador, el brillante estratega, el gigantesco guerrero (según las crónicas de la época, medía cerca de dos metros), y, especialmente, en el desafiante adalid de una idea tan atractiva y mitificada como la independencia, en todos los sentidos, a la que William Wallace dedicó conscientemente su vida e inconscientemente su posteridad.
Transcripción literaria libre
William Wallace, vivió sus primeros años en un clima de tensiones y disputas que se sucedieron entre los numerosos nobles escoceses tras la muerte del rey Alexander III.
Entre los 14 y 16 años William Wallace, vivió en Dunipace, con un clérigo tío suyo, con el que estudió a los clásicos en latín.
Ya con esta edad medía 2 metros de altura, lo que le convertía casi en un gigante para el tamaño medio de entonces, también era muy fuerte y hablaba tres idiomas.
La muerte de su padre, el destierro de su madre y el sistema de opresión que vivían los suyos por parte de los ingleses hizo que William Wallace, abandonase la incipiente carrera eclesiástica.
Así, cansado de la opresión y el dominio inglés se unió con otros jóvenes, convirtiéndose en una banda de forajidos. Con ellos,William Wallace, fue hasta Loudun Hill, donde vivía el caballero inglés Fennwick, que había matado a su padre.
Él sólo contaba con 50 hombres, frente a los 200 soldados ingleses; aún así, más de la mitad de estos murieron, incluyendo a Fennwick.
Los hombres de William Wallace , además de disfrutar su primera gran victoria, se encontraron con un número considerable de espadas , armas y caballos. William Wallace se convirtió así en un forajido al que pusieron precio por su cabeza.
Su pequeño ejército se refugió en el bosque de Ettrick y durante 5 años, junto con sus hombres, visitó poblaciones tomadas por los ingleses para conocer al enemigo y realizó guerrillas contra tropas y patrullas, ocasionando numerosas bajas.
A pesar de todo ello, a William Wallace le dio tiempo para cortejar a la joven Marion Braidfute, que vivía en Lannark, ciudad gobernada por e lsheriff Hazelrig, el cual, para obligar a William Wallace a ir a su ciudad y así capturarlo, mató al hermano de Marion. Y efectivamente William Wallace llegó, pero, aunque causó una considerable matanza entre los soldados ingleses, tuvo que regresar al bosque sin haber conseguido llegar a la casa de su amada. Entonces, el sheriff Hazelrig, despechado por no conseguir capturar al forajido más buscado, mató a Marion.
La venganza no se hizo esperar. William Wallace, acompañado esta vez por todos sus hombres, atacó durante la noche, dejando vivos sólo a las mujeres y los religiosos. Aquello aumentó su fama, y muchos más escoceses se unieron a él y las tropas inglesas a la largo y ancho de Escocia sufrieron su guerra de guerrillas.
El rey Eduardo mandó 40.000 soldados de a pie y 300 jinetes para resolver el problema escocés al mando del Gobernador inglés de Escocia, John de Warenne. El primer gran enfrentamiento tuvo lugar en Irvine, julio de 1297; muchos nobles escoceses no quisieron participar por no querer estar bajo el mando de alguien a quien consideraban de inferior rango.
William Wallace , tuvo que retirarse hacia el norte, aunque después siguió a los ingleses cuando estos creyeron que el asunto estaba zanjado.
El siguiente gran enfrentamiento sería decisivo por necesidad: un numeroso y bien armado ejército, con muchos veteranos de las guerras de Flandes y Gales, frente a quienes hasta entonces sólo habían hecho guerrillas y estaban armados principalmente con espadas, lanzas, hachas y cuchillos.
La batalla tuvo lugar el 11 de septiembre de 1297, en el puente de Stirlig, que se hundió ante el peso de la caballería inglesa, facilitando así la victoria de William Wallace. Aunque este tuvo que sufrir la pérdida de su mejor amigo: Sir Andrew Moray. A aquella victoria siguieron otras, incluyendo la toma del castillo de Edimburgo. Y así quedó Escocia momentáneamente libre de ingleses.
Entonces William Wallace, vio que había otro trabajo que hacer: restaurar las vías comerciales y diplomáticas con los otros países, tal como estaban con el rey Alexandre III.
Fue elegido Guardián de Escocia, título que casi equivalía a nombrarlo rey (el auténtico, John Baliol, estaba preso en Londres; más tarde sería exiliado a Francia, de donde no regresaría).
Alarmado por la derrota inglesa, Eduardo I regresó de Flandes, donde mantenía otra guerra, y fue en persona hacia Escocia con un enorme ejército que fue avanzando por el norte de Inglaterra, donde William Wallace también había conquistado algunas ciudades, haciendo huir a los escoceses que se encontraban por allí.
Entonces William Wallace, usó la práctica de tierra quemada, para que el enemigo no encontrase provisiones a su paso, pero eso ya estaba previsto por el rey inglés, al que le llegaban las provisiones en barcos desde Irlanda, aunque en alguna ocasión estos se hundieron en el mar por culpa de una tormenta.
Además de esta inmensa fuerza, tres veces mayor que la de los escoceses, William Wallace fue traicionado por dos de sus nobles. En la batalla de Falkirk, a pesar de la buena idea de oponerse al asalto de la caballería inglesa colocando las lanzas sujetas firmemente contra el suelo, los escoceses fueron derrotados y el rey inglés ofreció una importante recompensa por la captura de William Wallace.
Además de la derrota, este tuvo que soportar el desprecio de los propios nobles escoceses, que nombraron Guardianes de Escocia a Robert Bruce y John Comyn, este último, sobrino de John Baliol.
Una vez perdido el carisma de vencedor de todas las batallas, su condición fue decisiva para que los nobles le retiraran el apoyo. Por si fuera poco, el rey Eduardo decretó una amnistía para todos aquellos que combatieron por Escocia, excluyendo de ella a William Wallace, que de nuevo se veía convertido en un forajido. También nombró rey a John Comyn.
Parece ser que William Wallace, estuvo un tiempo en Francia, donde Felipe IV le ofreció títulos nobiliarios y el gobierno de alguna tierra, pero el amor por su tierra le llevó a volver en 1305. Allí, nuevamente fue traicionado. Esta vez por Sir John de Menteith, antiguo amigo y compañero de armas, que introdujo a uno de sus sobrinos en su banda, para así estar al tanto de todo cuanto hacía.
Así consiguió llevarlo hasta el castillo de Carslile, donde fue encerrado en una mazmorra. De allí fue llevado a Londres fuertemente custodiado y atado a un caballo, en un largo viaje de 17 días.
Fue acusado de alta traición, cosa que él negó, ya que nunca había jurado lealtad al rey inglés, y sentenciado a morir en el mismo día.
Los detalles de su ejecución son especialmente truculentos, incluso pensando en los cánones de la época: William Wallace, fue arrastrado por dos caballos por las calles de Londres y apedreado por la multitud hasta llegar a Smithfield, donde estaba el lugar de ajusticiamientos.
Allí lo ahorcaron por un corto tiempo, lo suficiente para que sólo perdiese el conocimiento. Lo descolgaron y, mientras aun estaba vivo, le cortaron los genitales, le abrieron el vientre y le sacaron los intestinos, que fueron quemados; finalmente, su cabeza fue cortada y puesta en una pica en el Puente de Londres, mientras que manos y pies fueron mandados a cuatro extremos de Inglaterra.
En Alberdeen, donde llevaron el pie izquierdo, fue enterrado lo que quedaba del cuerpo. Este tipo de ejecución contra el delito de traición fue introducido en Inglaterra por los normandos y estuvo vigente hasta el siglo XVIII. Y seguramente se usó con bastante frecuencia; hay que tener en cuenta que en la Torre de Londres la llamaban Puerta de los Traidores.
Se habla mucho de la espada de William Wallace, la cual es del tipo tradicional para ser manejada con las dos manos, mide aproximadamente 66 pulgadas de largo, siendo la longitud de la hoja de 52 pulgadas. La calidad del metal sugiere que es de origen escocés, aunque otras espadas del mismo periodo fueron hechas en Finlandia o Alemania.
La lucha por la independencia de Escocia continuó, en 1314 Roberto "the bruce" tomo las riendas de la rebelión y combatió a los ingleses hasta lograr la independencia en 1320. Así, fue coronado como el Rey Roberto I de Escocia.
Aunque jamas olvido su traición a William Wallace, en la batalla de Falkirk y en su lecho de muerte, pidió que su corazón fuera llevado a las cruzadas, buscando el perdón de Dios y de sus errores pasados.
Eduardo I falleció a principios del siglo 14 y fue su hijo Eduardo II quien le dio la independencia a Escocia, tan buscada por William Wallace.
La cuestión es que William Wallace, el héroe, ha pasado de la Historia al mito y a la leyenda, y millones de escoceses, e incluso habitantes de otros países, han querido verse reflejados en el hábil diplomático, el pertinaz luchador, el brillante estratega, el gigantesco guerrero (según las crónicas de la época, medía cerca de dos metros), y, especialmente, en el desafiante adalid de una idea tan atractiva y mitificada como la independencia, en todos los sentidos, a la que William Wallace dedicó conscientemente su vida e inconscientemente su posteridad.
Transcripción literaria libre
1 de enero de 2011
!!Cuidado con el Fuego!!
Al publicar este pequeño manual contra incendios, no quiero dejar de recordar la labor importantísima de los Bomberos Voluntarios de Sástago, ellos siempre están presentes cuando se les necesita, en incendios y rescates en toda la zona que ellos deben controlar.
Los "Supermañicos" Fantásticos
PRÓLOGO
Antes de empezar a leer este libro debéis saber que no es un libro educativo, interesante ni planificado. Es un libro para pasárselo bien y ver cómo yo estoy loco de atar para escribir un libro de superhéroes de pura cepa, con los nombres de mis amigos. No trata de superpoderes ni de hechos fabulosos, sino de unos colegas que forman un grupo de “pringaos” pensando que así serán más populares. Se encontrarán con unos villanos de verdad y su vida correrá peligro, mucho peligro. Cualquier parecido con historias de superhéroes es pura casualidad. Espero que disfrutéis del libro.
Zaragoza, 23 de agosto de 2010
Diego Hernández Royo
CAPÍTULO 1 SOY COMO SOY
¡Hola! Soy Diego y os voy a contar la historia de mi vida. Yo soy un chico de Zaragoza, más concretamente del barrio de las Delicias. Tengo 13 años y una vida muy larga por vivir. Soy alto, ojos marrones oscuros y de mi aspecto no me apetece mucho hablar.
Aunque cueste mucho creerlo yo no era muy popular, es más, me apodaban “el friki maño”. Era un “viciao” de los videojuegos, pelis, comics y sobre todo, era un amante de la pintura y la mitología griega. Esto os sonará raro, pero es verdad; me encantan los mitos griegos y todos los dioses del Olimpo (yo me consideraba Poseidón porque me encanta el agua). Respecto a superhéroes sería una mezcla entre La Cosa, Hulk y La Antorcha Humana. Mi nombre de superhéroe era Didachos (Diego en griego).Yo no era el único friki de mi ciudad, es más, tenía tres colegas quizás más friquis que yo:
Adrián era el más callado y tímido de todos. También a él le gustaban toda clase de comics y de consolas. Su obsesión eran los animales y aparte de ser superhéroe de mayor quería ser veterinario. Era mi mejor amigo y nos habíamos pasado la vida juntos desde pequeños. Su nombre de superhéroe era Castman (hombre castor).
Adrián tenía una hermana que también era coleguilla mía: se llamaba Aldara. Era la más pequeña del grupo y a veces le tomábamos el pelo. Era fan de los Jonas Brothers y Hanna Montanna. Lo de los superhéroes no lo llevaba en la sangre, pero como no era muy popular, no le quedaba más remedio que estar con nosotros leyendo comics. Su nombre de superheroína era Aldgirl (Aldara + girl).
El otro amigo que me quedaba era David, ( “Mister D”) que también había sido mi amigo desde pequeño. No era muy alto y tenia gafas de culo vaso. Siempre estaba de buen humor y era el más gracioso de la banda. El único superpoder que tenía era el de ahuyentar a las chicas (por eso yo no me comía una rosca, je, je).
Adrián y yo le habíamos tomado el pelo siempre diciéndole que estaba saliendo con Aldara. Aunque de tanto decírselo se quedo pillado de verdad y no sabía como declararse, claro que tenia a “don Amor” (o sea, yo) como amigo y seguro que le ayudaría a conseguirla.
Bueno estos son mis amigos: raros, extraños, entrañables, divertidos y cutres, pero mis amigos.
Y ¿qué decir de mí?.....como dice la canción de Pignoise “soy como soy”.
CAPÍTULO 2 LUCES, CÁMARA, ACCIÓN
Toda buena historia de superhéroes viene de una trágica muerte de sus padres. Pues esta no. Yo era el único de los 4 que iba al colegio de “Eladio And Company”. Un 12 de junio de 2010, mi clase y yo fuimos de visita cultural al parque de La Aljafería. Todo parecía indicar que iba a ser la típica salida cultural aburrida. Y así lo fue. Pero hubo un suceso muy raro. Me di cuenta de que a un chaval le estaban amenazando unos macarras para que les diera la pasta. Al rato, vi que a una señora le estaban robando el bolso y nadie de la calle fue tras el ladrón para quitarle el bolso y yo pensé “vaya m… de sociedad que tenemos que no son capaces de ayudar a una pobre mujer indefensa”. Y para terminar vi como un chico estaba acosando a una chica y ella lloraba de impotencia. Hasta ese momento.
-¡Eh tú! Déjala en paz y vete por donde has venido-dije.
-¿Estás de coña? ¡Anda, vete ya, criajo! que no estoy de humor-dijo.
-¡No te lo voy a repetir más, apártate de ella!-insistí.
-Se acabó, te voy a meter un navajazo y adiós muy buenas. -dijo.
En ese momento pensé ¡Genial me van a matar! Pero descubrí que yo no era el único chico que quería ser un ciudadano ejemplar.
Cuando me iba a cortar en pedazos, dos sombras aparecieron detrás de él y le pegaron con una litrona en la cabeza. Me quede perplejo. ¿Cómo era posible que no hubiera muerto? ¿Quién eran esas dos sombras tan sospechosas? En ese mismo instante salí de dudas.
-¿Estás bien?-dijo el chico más alto y delgado.
-Menos mal que estábamos aquí ¿Eh?-comentó el chico más fuerte.
-Esperad un momento ¡Yo os conozco!-dije sorprendido.
-En efecto ¡Somos Rober y Dani!, de tu clase.-masculló Dani.
-¡Dios mió! Sí que me he tenido que asustar para no reconoceros-dije.
En ese momento dejaron de hablar porque se acercó la chica.
-Muchísimas gracias a los tres, pero sobre todo a ti -finalizó ella.
-De nada, cualquiera habría hecho lo mismo –dije.
-No, nadie habría sido tan valiente. ¿Cómo te llamas? -dijo ella.
-Diego. ¿Y tú?- respondí interesado.
-Mónica Chasse -dijo ella.-¿Cómo podría agradecértelo? ¡Ah, ya sé!
Y sin poder reaccionar, Mónica se lanzó en mis brazos y me besó.
Fue el mejor beso de mi vida (…aunque tampoco he tenido muchos.)
Después se marchó entre el revuelo de jubilados que estaban esperando el “20 Minutos”, pero yo sabía que era la chica de mi vida y que la volvería a ver.
-Ya sé lo que vamos a hacer: ¡Os uniréis a mi grupo de superhéroes! –dije.
-¡Sí!-gritaron Rober y Dani entusiasmados por la idea.
CAPÍTULO 3 PRIMERA MISIÓN…IMPOSIBLE
El saber que el grupo de superhéroes iba a crecer me llenó de “orgullo y satisfacción”. No pensé como se lo iban a tomar los demás pero tampoco creí que les importara.
La visita a la Aljafería acabó pronto y nos volvimos al cole en bus público. Yo me senté al lado de Dani. Estuve medio camino pensando en Mónica. No me la podía quitar de la cabeza: sus ojos azules como el mar, su pelo rubio ondulado, su nariz alargada y perfecta, boca pequeña y delicada (ideal para besar) y muchas cosas más…
En la otra mitad de camino hablamos de nuestra labor como superhéroes.
-¡Aún no me puedo creer que vayamos a ser superhéroes!-dijo.
-Pues créetelo porque es verdad – mascullé.
-¡Qué pasada! Pero no tenemos superpoderes- se quejó.
-Eso, amigo mió, es lo mejor de todo, no tenemos reglas, ni responsabilidades de ninguna clase- dije orgulloso.
-¡Estoy como loco por empezar! – contestó.
No pudimos seguir hablando de los superhéroes o los superpoderes o incluso de lo de Mónica porque …¡ un hombre con capucha se abalanzaba sobre una mujer para quitarle el bolso!
Aquel hombre encapuchado consiguió su objetivo: quitarle el bolso y después corrió a toda pastilla hacia nosotros, ya que estábamos junto a la puerta de salida del fondo del autobús. Yo me quede atónito y no supe reaccionar. Una parte de mí sabía que tenía que hacer algo e intuitivamente alargué el pie izquierdo provocando el derrumbamiento de aquel hombre.
Gracias a mi zancadilla, Dani salió disparado a coger el bolso y devolvérselo a la víctima (la mujer). Mientras Dani se lo entregaba, todo el mundo nos estaba mirando. Automáticamente el conductor frenó y fue a por el hombre de la capucha, minutos después llamó a la policía. Nuestra clase coreaba nuestros nombres como si fuéramos superhéroes y… ¿quién sabe? a lo mejor sí lo éramos.
Al rato se acercó Rober y nos felicitó por nuestra gran labor de buenos ciudadanos. Decidimos quedar el día siguiente para la gran presentación en grupo. En un momento dado vimos que el hombre encapuchado nos miraba con una mirada siniestra y vengativa.
-¡Os juro que me vengaré! –concluyó el hombre.
CAPÍTULO 4 EL EQUIPO D
Después de lo ocurrido en aquel autobús a Dani y a mí no se nos olvidaría en la vida. Al día siguiente antes de que vinieran Rober y Dani, yo quedé con Adrián, Aldara y David.
-Tengo que comentaros una cosa – dije.
-¿No me digas que te has enrollado con una tía?-dijo Aldara.
-Pues si te soy sincero me ha besado hoy un pivón –dije.
-¡Ya, ya! Seguro que dices la verdad ¿No?-dijeron Adrián y David.
-Os voy a contar la historia de ayer –dije.
Tras contarles absolutamente toda la historia, también lo de Mónica, ellos parecían estar en otro mundo, como si pensaran que se me había ido la pinza.
-Está bien ¿Qué has bebido?-dijo muy serio Adrián.
-Nada, te digo la verdad tío ¡Te lo juro!- dije.
-¡Más te vale!-dijo Aldara.
-Vale, te creemos- dijo no muy convencido David.
-…….Y ¿lo de la chica también es verdad?-dijo Adrián.
-¡Sí! Se llama Mónica y es “una diosa del amor”-dije.
-Después de lo de tu novia invisible de hace dos años…-dijo David.
-¡Nos lo creemos todo!-dijeron los tres a la vez.
-Dejando mi vida personal aparte, ¿Qué os parece lo de admitir a mis otros amigos en este grupo de superhéroes?-dije.
-Con tal de que estén buenos… –dijo Aldara.
-¡Qué salida estás maña!-dijo David como si no le importara el tema.
-¡Les daremos una oportunidad!-dijo pensativo Adrián.
En ese momento entraron en nuestro local de superhéroes Dani y Rober.
Ellos parecían perdidos en aquel “garito”.
-¡Hola somos Rober y Dani!-dijeron
-Ya sé quiénes sois –dijo Adrián.
-No os preocupéis chicos ¡Estáis en el grupo!-dije.
-¡Qué alegría nos dais! Porque pensamos que diríais que no –dijeron.
-¿Cómo le íbamos a decir que no a este “monumento”?-dijo Aldara.
-¿A quién te refieres?-dijo cabreado David.
-Al de gafas ¡Por supuesto!-dijo ella refiriéndose a Roberto.
-¡Vaya!... no sé que decir-dijo cortado Roberto.
- No hace falta que te pongas colorado….es una broma entre colegas.- dijo ella.
Pero, aunque fuera en broma, este comentario no le hizo mucha gracia a David.
CAPÍTULO 5
VAYA PAR DE DOS: F. HO Y MIGUELÓN
Siempre, en todas las historias buenas de los superhéroes de Marvel, los villanos siempre han sido médicos que se les va el tarro, que inventan nuevas sustancias para conquistar el mundo, es el caso de Hulk o Los cuatro fantásticos. Pues si pensáis que nuestro caso es igual, otra vez os equivocais. Los malos de esta historia no eran para nada así.
Ellos tenían una especie de fábrica de pescados donde estudiaban sus planes malvados. El más alto era el mayor de los dos y se llamaba F. Ho. Tenía dos hijos (una chica y un chico). El otro era mucho más joven y se llamaba Miguelón. Había sido un estudiante del mismo colegio al que iba yo. Ahora estudiaba fuera de la ciudad.
Yo no lo conocía mucho, pero dijeron que era muy raro y poco sociable, se debería a que sus padres murieron delante de él en un atraco a un banco. Ese hecho le pasó factura a lo largo de los años; decidió ir en contra de la sociedad : cuando murieron sus padres nadie se quiso hacer cargo de él.
Hoy parecía un día diferente para ellos… tenían un plan: ¡Robar la imagen de la Pilarica y el escudo del Real Zaragoza!
-¡Hola! ¿Todo listo, Miguelón? -dijo F. Ho.
-Si, no te preocupes, está todo listo -dijo su cómplice.
-¡Genial! Estoy seguro de que esta vez va a salir todo perfecto – contestó.
-Nada puede fallar –aseguró Miguelón.
Al rato volvieron y se les veía muy satisfechos En efecto. Lo habían logrado, pero no del todo. No habían conseguido robar el escudo del Real Zaragoza.
-¡Inútil! Teníamos un plan y nos ha salido a medias- dijo F. Ho.
-Lo siento ¿vale? –dijo Miguelón.
-Un error más y te juro que desearías no haber nacido.- amenazó.
-La culpa es de los dos, sino hubieras traído a tus hijos...-Refunfuñó Miguelón.
-¡La verdad es que sí! Mi hija no dejaba de hablar de un chico que le había salvado de un acoso y decía que se estaba enamorando de él. Y el petardo de mi hijo, cabreado porque un criajo le había puesto la zancadilla al robar un bolso en un autobús- dijo F. Ho.
-¡Lo mejor será olvidarnos del escudo del Real Zaragoza!-dijo su cómplice.
-Sí, es verdad, pero de la Pilarica…- .
-No, de la Pilarica, no; además ya tenemos un plan…- gritó Miguelón.
Tras la conversación, F. Ho cogió dos copas llenas de vino del Somontano.
-¡Brindemos por nuestro gran éxito!-dijo él riendo.
CAPÍTULO 6 ENTRENANDO A LO ROCKY
Eran las seis y media de la tarde y estábamos muertos de calor en nuestro garito de superhéroes.
-¡Esto no lo aguanto más! -dijo Adrián.
-Sí, es verdad -contesté.
-¿Tú también te aburres de lo de los superhéroes? -preguntó.
-No, yo me refería a lo del calor-respondí.
-¿Y por qué no hacemos algo de superhéroes? -dijo Dani.
-¿El qué?-dijo Rober.
-¿Qué tal entrenar como los superhéroes?-propuso David.
-¡Vale, por mí perfecto!-saltó Aldara.
-Pues, pongámonos a ello-dije.
-Una cosa más, a partir de ahora nos llamaros por los apodos –sugirió Adrián.
-A Didachos le parece bien -asentí.
-Y a Aldgirl también-comentó ella.
-Y Mister D no se queda atrás-dijo David.
-Ni RO.M.C - afirmó Roberto.
-Ni DA.M.G - dijo Dani.
-¡Vamos Castman! -le animé.
Los seis nos levantamos a toda prisa y nos pusimos al tajo.
Dani y David hicieron un concurso de fuerza: “levantar dos rosquillas en cada mano”; Aldara y Rober saltaban a la cuerda, aunque Rober siempre se caía cada dos saltos (pobre chaval). Adrián hacía flexiones en el suelo (llevaba 8 o más). Y yo no dejaba de pensar en Mónica y no me podía concentrar en mi labor como superhéroe; incluso pensé en dejarlo, pero de repente en el periódico descubrí una noticia que me dejó sobrecogido. ¡El Zaragoza había fichado a uno del Huesca! Se me ha olvidado decir que yo era un fan del Real Zaragoza y archienemigo del Huesca, pero esa no era la noticia más sobrecogedora del periódico. En la página posterior había la gran noticia ¡ Habían robado la imagen de la Pilarica, nuestra patrona, la Virgen del Pilar ! pero lo más intrigante y a la vez preocupante del caso no era la noticia, sino la foto que la acompañaba. Junto al pilar donde debería estar la Virgen había una sudadera con capucha, y a mí me sonaba…demasiado, la había visto antes…era la del encapuchado del autobús. ¡No había la menor duda..!
Cuando fui a avisar a los demás tuve una idea: ¿Y si nuestra primera misión como superhéroes era recuperar a la Pilarica?
CAPÍTULO 7 EL GRAN BOMBAZO
No me lo pensé dos veces y fui como una bala a contárselo a los demás.
-¡Tengo algo que contaros! -dije.
-¿Otra vez vas a hablar de esa chica? - bromeó Adrián.
-No, nada que ver -contesté.
-¿Pues qué es? - preguntaron Dani y David.
-¡Han robado la imagen de la Pilarica! En la foto se ve la sudadera del encapuchado. Estoy seguro. – afirmé.
-¿Qué me estas contando? - dijo alterado Rober.
-¡Escuchad, tenemos que hacer algo! – propuse.
-¿El qué? ¡Solo somos unos críos! – dijo Aldara.
- Me da igual, no voy a permitir que se pierda para siempre la imagen de nuestra Pilarica. ¡Es el símbolo de nuestra cuidad!- comenté-.
-Esta claro que no podemos quedarnos de brazos cruzados, además ¿no os dais cuenta?-dijo Adrián.
-Darnos cuenta, ¿de qué?-se preguntaron los demás.
-¡Podemos ser los héroes de la cuidad! – concluyó.
-Yo había pensado que debíamos ir primero a hablar con las autoridades y después actuar – contesté.
-Pienso que las autoridades no nos creerán – dijo Rober.
-Tenemos pruebas: ¡El periódico! - afirmó David.
-Pues vamos al tema: Dani y tú quedaos aquí -propuse.
-Es verdad hay que cuidar nuestro “garito”- comentó Dani.
Segundos después Rober, Aldara, Adrián y yo salimos de nuestro escondite para dirigirnos al bus (ya se que los superhéroes tienen cochazos para desplazarse por la cuidad y pillar a los malos, pero ¿Qué os creías? ¡Estamos en crisis, además somos menores!).
Estábamos tan nerviosos que no sabíamos qué bus teníamos que coger para llegar hasta la Jefatura Superior de Policía que está en el Paseo de la Constitución. Nos fijamos en la marquesina y le preguntamos a dos abuelos que estaban en la parada, esos que como tienen el bono-jubilado se dedican a pasearse en los buses todo el día en busca de aire acondicionado o calefacción; nos dijeron que cogiéramos el 21 y así lo hicimos. Queríamos llegar cuanto antes para explicar lo que sabíamos a las autoridades, todo lo que estaba pasando con la Pilarica. ¿Nos creerían?...
CAPÍTULO 8 CORRUPTA ACADEMIA DE POLICÍA
Nada más salir del autobús nos encaminamos corriendo a la Jefatura Superior de Policía pero, Rober paró un momento para comprarse una botella de agua y una camiseta de España, la que llevaba la estrellita que indicaba que íbamos a ganar el mundial ( y fue una premonición, pues sí que la ganamos)
Cinco minutos más tarde ya estábamos dentro.
Los agentes parecían “cadáveres vivientes”, no se movían, eran todos unos desagradables y su vida era tan miserable que nos dieron ganas de llorar hasta a nosotros.
Rápidamente buscamos al “pez gordo”.
-Buenas tardes veníamos a hablar sobre el robo de la Pilarica-
-¡Qué bromistas sois los zagales de hoy en día! -
-Señor, le decimos la verdad ¡Créanos!-
-¡Ay señor ¡que malo es el botellón -
-¡Si no nos cree , mire, tenemos pruebas! -
-¿Ah sí? ¡Demostrádmelo! -
- Rober, dame el periódico- rogué.
Le entregamos el periódico y le señalamos la sudadera, pero el hombre no nos hizo caso y nos pidió que nos fuéramos por las buenas o por las malas.
Cuando nos íbamos me tropecé y escuché cómo ese policía hablaba por teléfono.
-Escúchame atentamente Miguelón: Unos chicos han averiguado a través de la foto del periódico que el hijo de F. Ho se olvidó la sudadera en el Pilar, ¡maldito crío!¿Cómo pudo cometer semejante fallo? ¡Yo lo mato! En fín… Tened mucho cuidado con estos metomentodo- .
La voz del teléfono dijo:
-No te preocupes, nosotros nos encargamos de esos chicos. Quedamos en La Estación del Portillo a las ocho de la tarde. Más te vale venir -.
CAPÍTULO 9 ATRAPADOS SIN SALIDA
Me quedé perplejo con lo que acababa de escuchar.
No solo era un poli corrupto, sino que también había ayudado a robar la imagen de la Pilarica.
Salimos de allí a toda prisa. Minutos después les conté todo lo que había escuchado de aquella conversación.
-¡No me lo puedo creer! – contestó Adrián.
-En España hay muchos polis corruptos – confirmé.
-Yo solo pensaba que eso solo ocurría en las pelis y series de la tele. ¡Todo estoes una locura! – dijo Aldara.
-¿Qué hacemos? – preguntó Rober.
-Pues ir al lugar donde se han citado – concluí.
-Si vamos tiene que ser ya, no nos da tiempo a llamar a Dani y a David. ¡Tenemos que ir los cuatro! – dijo Adrián.
- Tienes razón Castman – dijo Rober.
Tardamos media hora en ir a La Estación del Portillo.
Seguimos los pasos del policía corrupto y nos metimos en una especie de almacén.
Una vez dentro pudimos observar cómo todos los ladrones estaban dentro: el encapuchado, Miguelón, F.Ho, el policía corrupto y una chica de la que me sonaba la cara... ¡Era Mónica!.
Me quede de piedra al verla del bando contrario.
Estaban charlando amistosamente y salió el tema del periódico. En ese momento el poli corrupto se puso como una fiera recriminando al encapuchado su gran fallo de dejarse la chaqueta en el lugar del robo. En un momento dado el poli le dijo al encapuchado que le iba a matar como cometiera un error más. Después de que dijera aquello el encapuchado sacó una pistola del bolsillo y le metió un tiro entre ceja y ceja. Nos dimos un susto al oír el disparo y Aldara, soltó un grito.
-¿Quién anda ahí? – dijo Miguelón.
Todos nos quedamos paralizados por el miedo y a mí entonces se me ocurrió utilizar ese truco que tanto suele funcionar en las pelis…
- ¡Miaaaaaaaau! – maullé como si fuera un gatito abandonado.
-¡Ah, era un gato callejero! – dijo Mónica.
Pero con mi “supertruco” solo ganamos tiempo porque detrás de nosotros dos seguratas nos agarraron de los hombros y nos llevaron hasta ellos.
Capítulo 10 EL BIEN CONTRA EL MAL
-¡Hombre, pero mira a quién está aquí! - dijo Miguelón
-¿No es el hijo de…? – dijo F.Ho.
-Pi Ramón – contestó Miguelón.
-¿De quién? – pregunté.
-¿Es qué no te ha dicho tu papaito que de joven fue un espía secreto y que en una misión mató a mi hermano? – concluyó Miguelón.
-¡Que falsos sois! ¿Podéis demostrarlo? – me atreví a decir.
-Muy fácil, tu padre lleva una cicatriz en el hombro derecho en forma de letra P. Y tiene tatuado las iniciales P y R – aseguró él.
-Pues he seguido sus pasos – dije.
-Lo único que él sobrevivió, tú no vas a tener tanta suerte – confirmó F.Ho.
-¡Dejadle en paz! – dijo Adrián.
-Pero, ¡si me había olvidado de tus amigos! – dijo Miguelón.
-¡No los toquéis! – contesté.
-¡Qué crío más pelma!, yo me ocupo – concluyó el encapuchado – Además, él es el que me hizo la zancadilla en el bus.
-Antes de eso me gustaría explicarles a estos “zagales” lo que voy a hacer con la imagen de la Pilarica – explicó Miguelón.
-Me parece justo – dijo F.Ho.
-Pues mira, lo de robar la imagen fue fácil, pero lo de venderla…París, Atenas y Londres la quieren será difícil decidir a qué ciudad vendérsela.
Lo más seguro… a la que mejor pague – dijo Miguelón,
-Por ahora nos iremos a Nueva York para decidirlo – concluyó F.Ho.
-¿Os ha quedado claro? – preguntó el encapuchado.
-Muy claro, que sois unos delincuentes – dijo Aldara.
-¡Mátala! – dijo Miguelón mirando a la chica.
-¡Por encima de mi cadáver! – dijo Roberto.
-Yo me encargo de ellos ¡ marchaos, no perdáis el vuelo! – dijo Mónica.
-¿Qué pasa contigo? – dijo su padre, F.Ho.
-Da igual, yo me quedo aquí – confirmó Mónica.
-Vale ,deshazte de ellos – dijo el encapuchado.
Minutos después salieron a toda prisa y nos quedamos solos con Mónica y los seguratas. Mónica cogió un paralizador y dejó K.O a los dos seguratas.
-Vamos ¡No tenemos mucho tiempo! – dijo Mónica.
-Yo no voy a ningún lado con una traidora – contesté.
-¿Esta es la famosa Mónica? - dijeron Adrián y Aldara.
-Sí, pero yo no sabía que ella … - contesté.
-¡No tenía elección, mi padre es el criminal, no yo! – concluyó Mónica.
-Didachos, si no nos saca de aquí, se escaparán – dijo Roberto.
CAPÍTULO 11 FALSAS APARIENCIAS
Yo, como buen amigo, accedí a que Mónica nos sacara de allí.
Pasaron unos minutos en los que ninguno de nosotros sabía que decir.
Aldara propuso que llamáramos a David y a Dani para avisarles del peligro que corrían. Después de llamarles nos dijeron que acudían al lugar donde nos encontrábamos en unos veinte minutos. A lo largo de los minutos Mónica me miraba con cara de “cachorrito” para darme pena y que le perdonase. Pero no iba a picar. Estaba claro que teníamos que ir a Nueva York para detenerles, pero no sabíamos cómo.
-Didachos tenemos problemas… – dijo Rober mirando a dos hombres.
-¡Son los seguratas del almacén! – contestó Adrián.
-¡Nos has tendido una trampa! – bramé yo hacía a Mónica.
-¡Eres una traidora! – afirmó Aldara.
-No he hecho nada ¡Lo juro! – dijo Mónica.
-Eres el ser más ruin que he visto en toda mi vida – aseguré.
-¡Os juro que yo no he dicho nada! – contestó Mónica.
Los dos seguratas corrieron hacía nosotros como unos posesos y sacaron las pistolas apuntando hacía nosotros. Yo me di cuenta de que a lo mejor
eran mis últimos segundos de vida y pensé en lo que había dejado por hacer: no despedirme de mis seres queridos, no haber jugado con mi hermanita Mireya, no preguntarle a mi padre todo lo que quería saber sobre su verdadera identidad y aunque cueste creerlo, no haberle dicho a Mónica lo mucho que en el fondo la quería. Todos esos pensamientos se esfumaron porque en el momento en el que los seguratas iban a acribillarnos a balazos en todo nuestro cuerpo, Mónica salió en defensa de todos y cogió de su bolso un bote de spray con cloroformo y los dejó dormidos como ratas.
A Mónica no le bastó con dormirlos, sino que también, con nuestra ayuda, los tiró a un pozo que había cerca para que no nos pudieran perseguir.
-¿Ahora me creéis cuando os digo que yo no tenía idea de nada? – preguntó
-¡Claro que te creemos, como para decirte que no! – bromeó Adrián.
-Hay que coger el primer vuelo a Nueva York que salga – dije.
-¡Necesitamos dinero y alguien que nos acompañe! – aseguró Roberto.
-Por el dinero no os preocupéis, ¡Tengo de sobra! ¿No veis que mi padre es un villano con pasta? Lo único necesitamos: compañía – contestó Mónica.
-Pues las hermanas de David se van de viaje de estudios allí – dijo Aldara.
-Ya lo tenemos todo listo, ¡vámonos! - exigió Adrián.
-¡Hola! ¿Qué es eso tan importante que nos teníais que decir? – dijeron David y Dani.
-Pues veréis… - dijé.
CAPÍTULO 12 MAÑO HASTA LA MÉDULA
Les contamos a Dani y David toda la historia que nos había sucedido desde que nos vimos por última vez. Al principio no nos creyeron, pero poco a poco sus caras de preocupación los delataron. Les contamos nuestro plan y le preguntamos a David si podían venir sus hermanas con nosotros.
Al principió ellos se negaron a ir de viaje para salvar la imagen de la Pilarica, pero les dijimos que como buenos superhéroes debíamos actuar.
Al cabo de unos minutos accedieron a venir con nosotros y David llamó a sus hermanas para que nos dejaran ir con ellas y respondieron que sí.
Todos nosotros, excepto Mónica, llamamos a nuestros padres y les mentimos diciéndoles que nos íbamos a dormir a casa de Roberto y él diciéndoles que venía a mi casa. Lo único malo es que si se llamaban los padres lo descubrirían todo, pero ése era el menor de nuestros problemas. Caminando hacía el aeropuerto Dani se chocó contra un chico.
-¿Estás bien zagal? ¡Lo siento mucho! – se disculpó Dani.
-Pues no, no estoy bien – contestó el chaval.
-¡Oye, ya te he dicho que lo siento! – dijo Dani.
-No, sino es por eso – masculló él.
-¿Entonces…? – preguntó Dani.
-Me acabó de enterar de que han robado la Pilarica – dijo el chaval.
-Oye, no te preocupes seguro que todo se arregla – le consoló Dani.
-Si tanto quieres recuperar a la Pilarica ¿Quieres venir a recuperarla? – dije.
-¿Vosotros vais a ir a recuperarla? ¡Vale, me apuntó! – contestó el chaval.
-Tendrás que decirle algo a tus padres – afirmó Aldara.
-Mis padres están en la cárcel por estafa al seguro y mi abuela está sorda como una tapia y no se entera de nada – dijo el chaval.
-Vía libre para que vengas con nosotros – aseguré.
-Una cosa más – contestó Dani.
-¿Qué pasa pues? – preguntó él.
-¿Cómo te llamas? – preguntó Dani.
-José Joaquín, pero podéis llamarme J.J. – dijo el chico.
-No, tu nombre de superhéroe no puede ser así, será: Jotaman - propusé.
-Estupendo, ya tengo nombre de superhéroe – dijo feliz J.J.
-Oye, no es por interrumpir, pero me acaban de llamar mis hermanas y dicen que ya van camino del aeropuerto – contestó David.
-No se hable más. ¡Vámonos! – dijo Adrián.
Los ocho nos fuimos de ahí rápidamente hacia el aeropuerto, donde nos embarcaríamos rumbo a un destino que nos depararía muchas sorpresas.
CAPÍTULO 13 VOLANDO VOY, VOLANDO VENGO
Nosotros, ya en el aeropuerto, nos encontramos con las hermanas de David: Sonia y Noemí. Habían cambiado mucho desde la última vez que las vi. Al principio estábamos muy callados, pero poco a poco les fuimos contando a ellas todas las historias que nos habían sucedido. Ellas prometieron no decir nada a los padres a cambio de que les prometiéramos que tendríamos mucho cuidado en cada momento de peligro. Llegó la hora de coger el avión y siendo sinceros no es que me diera miedo el avión; le tenía pánico. Ya dentro del avión teníamos que coger asiento. Dani se sentó con David, Aldara con Mónica, Rober con J.J y Adrián, conmigo.
-¡Tío, me estoy dando cuenta de que esto es una locura! – me dijo.
-Me parece que ya es demasiado tarde ¿No crees? – le contesté.
-La verdad es que sí, pero ¿Estás seguro de que lo conseguiremos? – dijo.
-Si te soy sincero, no lo sé – le respondí francamente.
-Somos un equipo, hay que conseguirlo por todos los ciudadanos – contestó.
-Hay una cosa que tengo que decirte… – le comenté.
-Yo también he de decirte algo– me confesó.
-Primero yo; cuando lleguemos a Nueva York habrá que separarse en grupos para ir a Los Ángeles, Las Vegas y Nueva York - le confirmé.
- Y ¿Cómo lo sabes? – me preguntó.
-Me lo dijo Mónica y la creo – le dije.
-¿Qué te dijo exactamente? – me volvió a preguntar.
-Que ella sabía que Miguelón no se iba a quedar en un solo sitio, él se iría a Los Ángeles, el encapuchado se quedaría en Nueva York y F.Ho se iría a Las Vegas. Todo esto me lo contó porque quiere demostrar que es inocente – le afirmé.
-Pues habrá que dividirse en tres grupos para encontrar la imagen de la Pilarica. Roberto, Aldara y David se irán a Las Vegas – contestó.
-Sí, y Dani y Mónica se quedarán en Nueva York, por lo tanto tú y yo nos iremos a Los Ángeles. Por cierto ¿Qué me querías decir? – le pregunté.
- Nada, luego te lo digo que creo que ya estamos sobrevolando Estados Unidos – dijo.
En efecto, ya habíamos llegado a EE.UU. Una hora después ya estábamos en nuestro destino. Nada más salir del avión, Adrián y yo les contamos a los demás nuestro plan de dividirnos en grupos por las distintas ciudades de EE.UU. Ellos accedieron en todo, tanto en las ciudades como en los grupos. Después nos despedimos de las hermanas de David y más tarde el resto nos separamos deseándonos suerte.
CAPÍTULO 14 NEW YORK, NEW YORK
Dani y Mónica andaban por las desamparadas calles de Nueva York buscando alguna solución al problema de encontrar la imagen de la Pilarica. Pasearon durante horas: fueron a la Estatua de la Libertad, al Empire State Building… y nada. A Mónica durante todo este trayecto se la veía incomoda y nerviosa, estaba tan rara que hasta que Dani se dio cuenta.
Ellos apenas se conocían y no tenían nada de que hablar.
Cayó la tarde y ninguno de los dos sabía de que hilo tirar, solo entraban en establecimientos para ver si estaba la imagen. Pero nada.
Solo les quedaban más o menos ocho horas para reunirnos todos.
Mónica estaba demasiado rara y no pudo contenerse.
-Dani tengo algo que contarte – se confesó ella.
-Adelante mujer, no te cortes – le facilitó Dani.
-Os he vuelto a engañar. Os he traído aquí para que mi padre os coja. – dijo Mónica
-¿Todo estaba planeado? – se extraño Dani.
-Lamentablemente sí, mi hermano tuvo la idea, primero fingí volverme buena y lo de los seguratas estaba todo controlado para ganarme vuestra confianza, pero me he dado cuenta de que sois gente estupenda y yo no soy como ellos. ¡Quiero ayudaros a encontrar la imagen y sé cómo! – dijo ella.
-Y ahora, ¿Cómo sé que esto no es otra trampa? – contestó Dani.
-Confía en mí, no te queda otra – comentó Mónica.
-Vale ¿Cuál es el plan? – preguntó Dani.
-Yo sé donde se encuentran, están a dos manzanas de aquí y la imagen de la Pilarica está en Los Ángeles, donde están Diego y Adrián. Pues bien, yo hago como que os entrego a mi padre a todos excepto a Diego y a Adrián. Luego, coges tu móvil, marcas rellamada y conectas el altavoz; aunque estés atado a una silla, podrás sacar toda la información a mi padre y Diego y Adrián, a través del móvil, descubrirán dónde esta la imagen – dijo.
-Es un plan muy difícil pero hay que intentarlo – comentó Dani.
-Todos tus amigos deben caer en la trampa – aseguró Mónica.
-De acuerdo, antes de ir los llamo y les preguntó dónde están – dijo Dani.
Se acabó la conversación. Había que ponerse en marcha. Dani llamó a Roberto y él le dijo que estaban en un casino llamado: POKER POKE.
Minutos después, Mónica entregó a Dani a su padre.
-Buen trabajo hija ¡Ya tenemos dos! – dijo F.Ho.
-Si, un tal J.J que estaba por ahí perdido y éste – comentó Miguelón.
-Y tres más están en Las Vegas en el casino POKER POKE –dijo ella.
El plan ya estaba en marcha.
CAPÍTULO 15 COMO NICOLAS CAGE IN LIVING LAS VEGAS.
Las Vegas era una cuidad con un ambiente muy hostil. Y pronto lo pudieron comprobar Roberto, David y Aldara.
Los tres estaban perdidos en aquella cuidad con tantos casinos y tantos sitios donde mirar para encontrar la imagen.
Vieron un casino con `pintas sospechosas y se metieron ahí.
El casino se llamaba POKER POKE. Nada más entrar al casino los llamó Dani y les preguntó dónde estaban, ellos respondieron que se encontraban en aquel misterioso casino.
Una vez dentro del vestíbulo pudieron comprobar que era un lugar lleno de pirados que se gastaban el sueldo en tragaperras o jugando al poker. Rober y los demás estuvieron mirando por todas partes casi tres horas seguidas y preguntando a los empleados descubrieron que el dueño del casino era Miguelón. La noticia cayó como un jarro de agua fría para ellos. Había una sala que ponía “Privado, no pasar”. David no se lo pensó dos veces y entró, los otros dos le siguieron.
En una mesa se hallaba un papel en el que decía donde se encontraba la imagen de la Pilarica. No se lo podían creer. Tenían la localización de la Pilarica. Rápidamente cogieron el papel y se fueron de aquella sala.
De vuelta al centro del casino se guardaron el papel en el bolso de Aldara y se dirigieron a la puerta.
Ellos sabían que uno tendría que ir a buscar a la Pilarica y los otros dos quedarse para hablar con los demás al día siguiente.
En este caso el que decidió arriesgarse fue David. Roberto y Aldara se quedaron. A David le quedaba poco tiempo para recuperarla y volver al día siguiente. No había que perder ni un segundo.
-¡Mucha suerte David! – le gritaron Rober y Aldara.
Él levantó el pulgar derecho en señal de que todo iría bien.
Roberto y Aldara siguieron la conversación.
-Es increíble que después de todo lo que hemos pasado la solución está en un maldito papel con la dirección de… - Roberto no pudo continuar porque sé dio cuenta que la dirección era falsa y detrás del papel ponía “Os la hemos colado” la dirección correspondía a un almacén abandonado.
-Vaya vaya, si son dos de los chavales que estaban en nuestro almacén de Zaragoza. Tengo que deciros que ya hemos atrapado a tres amigos vuestros, incluido el que cayó en la trampa de la dirección falsa – dijo riendo Miguelón – Encapuchado irás a los Ángeles y cogerás la Pilarica…
CAPÍTULO 16 LOS ÁNGELES (L.A.)
Adrián y yo estábamos perdidos por Los Ángeles, algo que no era de extrañar ya que la cuidad era casi más grande que la mitad de España . Paramos de andar a la hora de comer y nos comimos unos perritos calientes.
Después debíamos seguir con nuestra marcha y encontrar a la Pilarica.
Era un día de perros y llovía a cántaros. Ningunos de nosotros llevaba paraguas ni chubasquero, así que estábamos “chipiaos” y la gente nos miraba como si fuéramos “masocas” o estuviéramos “chalaos”.
De repente sonó mi móvil, era Dani. Nos extrañó que llamara a esas horas, pero lo cogimos igualmente. No decía nada, pero se oía mucho jaleo de fondo y escuchamos la voz de Miguelón diciendo:
-“A ver chaval si lo has entendido, la Pilarica está en Los Ángeles, en la calle Depp, y a tus dos amigos no tardarán nada en pillarlos. Y como no los cojan en menos de cinco horas os mató de uno en uno – sentenció Miguelón.
La comunicación se cortó de inmediato.
-¿Qué hacemos? ¿Vamos a por la Pilarica o los salvamos? – preguntó Adrián.
-Las dos cosas, la calle Depp está muy cerca de aquí, la he visto antes, llegamos ahí, cogemos la Pilarica y nos largamos a rescatarlos – concluí.
Él asintió enseguida y nos fuimos volando a la calle Depp, que estaba a diez minutos. Al entrar estaba todo oscuro pero distinguimos la imagen de la Pilarica. Por fin la habíamos encontrado. Tras la imagen distinguimos una sombra: era el encapuchado.
-¿A dónde os creéis que vais? Estáis muertos los dos – dijo él apuntándonos con la pistola.
-Tu jefe dijo que nos quería con vida – contesté.
-Me da igual, vais a morir entre terribles sufrimientos – concluyó.
Apretó el gatillo y disparó, con la suerte de que no nos dio porque el almacén estaba muy oscuro. No se dio por vencido y volvió a disparar, pero Adrián encontró por casualidad lo que parecía un boomerang y se lo lanzó. De chiripa le dio de lleno en la cabeza y cayó al suelo; murió en el acto. Tras lo ocurrido, metimos la Pilarica en una bolsa de deporte vieja que encontramos en el almacén y salimos zumbando al rescate de los demás. Estábamos orgullosos de nosotros mismos por haber recuperado a nuestra Pilarica, pero nuestra labor no había terminado. Eso sí, antes de abandonar el almacén nos quedaba algo importante que hacer…
CAPÍTULO 17 EL ZULO
Eso tan importante era coger la sudadera del encapuchado. Teníamos un plan, hacerme pasar por el encapuchado diciendo que había capturado solo a Adrián.
Había que coger el primer metro que nos llevara a Nueva York. Solo disponíamos de tres horas antes de que mataran a todos nuestros amigos.
Por suerte lo cogimos. Llegamos a Nueva York en dos horas. Solo nos quedaba una hora para salvarlos. No sabíamos dónde estaban, así que utilizamos la rellamada donde salía el número de Dani y con el GPS de mi móvil lo localizamos. Estaba a dos manzanas de distancia. Empezamos a correr y en media hora estábamos allí. Oíamos ruidos y mucho alboroto y decidimos entrar de inmediato, pero antes pusimos a salvo la bolsa de deporte escondida bajo unos escombros. Estaba oscuro y parecía un zulo.
-¡Hola familia! ya tengo aquí a este piltrafilla – dije con voz ronca.
-Te dije que había dos chicos ¿dónde esta el otro? – me preguntó F.Ho.
-Me lo cargué, era un chulo y no puede resistirme – volví a mentir.
Cuando dije esto a Mónica, Aldara y Roberto se les escapaban las lágrimas.
-Muy bien hijo, ¡así me gusta! – contestó F.Ho.
-¿Cómo que muy bien? – dijo Mónica enfadada – sois unas sangrientas y despiadadas personas.
-¡Qué bien nos conoces! – afirmó Miguelón.
En ese momento Mónica se abalanzó sobre Miguelón para pegarle, pero este sacó su pistola con intención de disparar y cuando fue a apretar el gatillo F.Ho se puso por el medio y fue él quien recibió el balazo.
F.Ho con el pecho ensangrentado murió sin decir una palabra más.
Mónica se hincho de valor para volver a luchar contra Miguelón pero yo la detuve. En ese momento Mónica levantó la capucha y descubrió mi cara.
Todos los que estaban en esa sala menos Adrián, se quedaron estupefactos.
Intuitivamente, Mónica me dio una bofetada (me lo merecía por lo que les había hecho pasar) y luego me besó (también me lo merecía, jeje).
Miguelón, que no había dejado de mirarme en todo momento me preguntó:
-¿Dónde esta la Pilarica? -
-En un lugar seguro – le contesté con chulería.
-Tú lo has querido – contestó.
Al terminar la conversación cogió a Mónica y le apuntó con la pistola en la cabeza.
-Esto es lo que pasa cuando alguien estropea mi plan, di adiós a tu chica-dijo muy enfadado.
CAPÍTULO 18 VENCER O MORIR EN EL INTENTO
Sin esperar a que Miguelón cumpliera su cometido a la perfección, me abalancé sobre él, sin que pudiera reaccionar. El choque fue tremendo, tanto que abrimos la puerta trasera del almacén. Miguelón agarró a Mónica y se fueron por dicha puerta. Le ordené a Adrián que desatara a todos nuestros amigos y seguidamente fui a por Miguelón. Tras la puerta trasera se encontraba una especie de riachuelo, rodeado de plantas, que enseguida detecté que eran de marihuana y detrás de esas plantas se encontraban los dos.
-Un paso más y la tiro al agua – dijo Miguelón.
-Estás solo Miguelón, somos siete personas contra uno – comenté.
-¡Ya, pero esta es la persona que más te importa! – contestó chuleándose.
-Atrévete a tirarla al río y te juro que te decapito vivo – le dije.
-Pero chico, ¿te vas a jugar la vida por una traidora? – me preguntó.
-Me da igual lo que haya hecho anteriormente – le confirmé.
-¡Es una maldita traidora! – me insistió.
-Ya, pero es mi traidora – le dije.
-Pues si es tu traidora te jugarás la vida por ella, ¿no? – concluyó.
-Por supuesto, mi vida y todo lo que haga falta – le contesté.
-Eso quería escuchar – dijo.
Y sin pensarlo dos veces quitó la pistola de la cabeza de Mónica y apuntó a mi cabeza, pero en ese momento Mónica le dio un empujón y lo arrojó al riachuelo. Lo malo fue que Miguelón agarró la pierna a Mónica y cayó también al agua. Yo me tiré tras ella, la fuerza de la corriente nos arrastraba y de repente, de la nada, surgieron las manos de Adrián y David y Roberto.
Agarré la mano de Rober y busqué con la mirada a Mónica y vi que Miguelón estaba intentando ahogar a Mónica. Le pedí a David que siguiera andando por el camino mientras yo rescataba a Mónica. David aceptó y se lo dijo a los demás. Cogí una piedra del fondo del riachuelo y fui a por Miguelón, en ese momento Miguelón cambió de postura y le di con la piedra a Mónica en la cabeza y la dejé inconsciente. No me podía creer lo que acababa de suceder. Miguelón se fue alejando de nosotros nadando muy rápido, aproveché esta oportunidad para depositar el cuerpo aturdido de Mónica en los brazos de David, y salí corriendo a por Miguelón.
La desembocadura estaba cada vez más cerca y lo peor es que al final había una gran cascada. Decidí que era inútil ir a por él y me detuve. Miguelón se dio cuenta demasiado tarde de que nos acercábamos a una cascada y no le dio tiempo a reaccionar, se le llevaba la corriente y era cuestión de segundos que le tragara el agua y muriera ahogado. Yo, mientras tanto, me agarré a una rama saliente y cuando la rama se iba romper, las manos de Adrián me salvaron justo a tiempo. Lo habíamos conseguido, solo faltaba la inmediata recuperación de Mónica.
CAPÍTULO 19 DE VUELTA A CASA
El cuerpo aturdido de Mónica nos dejó a todos muy preocupados. Tras unos minutos de espera Mónica abrió los ojos. Se la veía muy desorientada.
-Mónica ¿Estas bien? – le pregunté.
-¡Mejor que nunca mamá! – respondió.
-¿Cómo que mamá? Soy Diego – le dije.
-Ya lo sé, tontorrón, te estaba tomando el pelo – contestó.
-Déjate de bromas, hay que llamar a la Embajada Española – afirmé.
-Ya llamó yo, ¿qué les digo? – contestó Aldara.
-Diles que tenemos a la Pilarica, que la llevamos en una bolsa de deporte y que nos dejen pasar con ella en todos los aeropuertos – le explicó Roberto.
-Vale, David, ve a por la bolsa de deporte – contestó Aldara.
-Ya voy – dijo animado.
-Mónica, hay un problema, ¿qué hacemos con tu padre? – le pregunté.
-Hay que enterrarlo, ninguna otra persona debe encontrarlo – contestó.
Dicho y hecho. Lo enterramos con la esperanza de que nadie lo buscase, ni tampoco al encapuchado. Cuando volviéramos a Zaragoza con el papel de héroes, tendríamos que inventarnos otra versión de lo que realmente había pasado. La nueva versión para contar a la gente era que habíamos ido a Nueva York y vimos un almacén sospechoso y ahí se encontraba la Pilarica por casualidad y no había ningún malo. Así de simple era la nueva historia. Como el encapuchado estaba muerto en Los Ángeles, no podrían relacionarlo con este tema. Tras horas y horas de espera la Embajada Española nos dio el OK para que pudiéramos volar hacia España, también nos garantizaron que podíamos llevar la bolsa de deporte con la Pilarica como equipaje de mano. Nada más comunicárnoslo fuimos volando al aeropuerto y cogimos el primer avión de vuelta a España. Antes de subir, J.J nos dijo que se quería quedar allí. Le dijimos que no podíamos dejarle ahí. ¿Y su vida?, ¿Y su familia? Dijo que su vida estaba ahí, y que apenas tenía familia. Prometió que si se quedaba, todas las semanas nos comunicaríamos con él para ver que tal le iba. Le preguntamos qué diría su abuela. Él comentó que su abuela ya sabía que se quería ir de casa y cuando le encontramos se estaba fugando. No sabría que estaba allí. Mónica tuvo una idea, llamar a su abuela y decirle que se viniera a vivir con su nieto. Tras la conversación la abuela aceptó irse a vivir a Nueva York. Todo arreglado, J.J feliz con su abuela en N.Y y nosotros de vuelta a casa. Ya en el avión estuve hablando casi todo el viaje con Mónica. Le dije que la perdonaba y que quería que viviera conmigo ya que no tenía familia.
Ella aceptó pero antes me dio el mejor beso que me había dado nunca. Esto podía ser el inicio de una buena relación de pareja de enamorados…
CAPÍTULO 20 ¿THE END?
A la media hora de aterrizar en España, todos estábamos muy contentos de llegar a nuestro país natal, y de ser recibidos como superhéroes.
Nos intercambiábamos nuestros asientos durante el viaje para que todos estuviéramos sentados con todos. El último turno me tocó con David, le dije que le estaba muy agradecido por rescatar a Mónica en aquel momento del riachuelo. Él me dijo que no le debía nada, que para eso estaban los amigos. Y tenía razón. No me podía haber tocado un grupo de amigos mejor que el que tenía: Adrián (Castman), David (Mister D), Aldara (Aldgirl), Roberto (RO.M.C), Dani (DA.M.G), Mónica (que todavía no tenía mote), J.J (Jotaman) y un servidor. Leyendo un periódico me di cuenta de que ponía en portada “Un grupo de chicos rescatan la imagen de la Pilarica en N.Y”. Al leerlo me sentí un verdadero superhéroe, ¿Qué más misiones nos depararía el futuro? La pregunta permaneció poco en el aire, porque en la parte posterior del periódico ponía “La pócima de la eterna juventud caerá en malas manos si la CÍA, no hace nada para evitarlo”. No me lo podía creer. Ya teníamos la segunda misión al alcance de nuestras manos.
-Chicos, escuchad, tengo algo que deciros… – les comuniqué.
Nada más acabar, ellos aceptaron la misión y acordamos que la semana siguiente quedaríamos todos para aclarar la nueva y entretenida misión.
Ahora solo faltaba disfrutar del gran recibimiento que nos haría la gente en España. Cuando llegamos a Madrid, para coger el AVE e irnos a Zaragoza, la gente nos pedía que abriéramos la bolsa de deporte para que pudieran ver a la Pilarica. La gente estaba fascinada por nuestro gran logro.
Lo mejor fue llegar a Zaragoza, allí fue donde realmente se desató la locura. Las personas coreando nuestros nombres, felicitándonos, llorando… fueron los momentos más emotivos de mi vida. Llegamos al Pilar, y tuvimos la gran suerte de que el ayuntamiento nos dejó que nosotros mismos la colocáramos en su sitio. Nos dieron medallas conmemorativas por nuestra gran labor de buenos ciudadanos. Todas nuestras familias se unieron a la fiesta, pero no sin antes decirnos que estábamos castigados de por vida. Supongo que ese es el precio que debíamos pagar por nuestra locura.
Esa misma noche, quedamos todos con nuestras familias para cenar y festejar el triunfo. Les dije a mis padres el problema que tenía Mónica y dijeron que se podía quedar con nosotros. Al acabar la cena hicimos un brindis por nosotros, todos nosotros. Seguían quedando incógnitas en el aire: ¿Qué tal le iría a J.J su vida en N.Y? ¿Qué diría mi padre cuando le dijera que sabía su secreto? ¿Miguelón seguiría vivo? ¿Qué tal nos iría en nuestra próxima misión? Todas esas preguntas se contestarán en el próximo libro…¿o no?
EPÍLOGO
Si has leído este libro poco convencional de superhéroes, basado en una pandilla de amigos, estarás impaciente por leer el siguiente, ya que te habrá hecho reír y pasar un momento divertido y entretenido. Puedes haber tardado en leerlo a lo mejor una tarde o unos días… o puede que un poco más (lo cual es difícil ya que cuando empiezas a leer te enganchas y ya no puedes parar) pero seguro que quieres volver a tener entre tus manos la historia de una de las aventuras de estos singulares superhéroes: Didachos, Castman, Adgirl, Mister D, R.O.M.C., D.A.M.G., Jotaman y, ¡cómo no! Mónica.
Así que ya sabes, si quieres saber más, no te pierdas la próxima aventura: “En busca de la pócima de la eterna juventud”. Y por cierto, por si no lo sabías, Didachos se pronuncia “Didaicos”.
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