9 de julio de 2013

Patchwork

EL PATCHWORK EN SÁSTAGO.

¡Enhorabuena chicas! Ya superasteis el segundo curso. Habéis trabajado mucho y muy bien.

Como habéis podido comprobar, el patchwork no sólo es unir piezas de tela a modo de puzzle o hacer una especie de mosaico con retales donde todo tiene que encajar al milímetro.

El patchwork tiene su secreto: reunir el material. El color y la textura dependen de ti. Decídete por un proyecto que te llame la atención y se adapte a tus habilidades y se acomode a tu economía, usar materiales caros no es sinónimo de bonitos ni garantizan bellos resultados.

La elección de las telas tiene unas posibilidades de vértigo: las oleadas de colores y texturas tientan con visiones de una colcha o manta para bebé... (y de todos los cumplidos adicionales que esperáis recibir), pero no revelan el duro trabajo requerido.

Lo más importante es la paciencia y prestar atención en los detalles. Mientras la vas haciendo no dejes de contemplarla. De vez en cuando, a medida que vayas uniendo las piezas, tócala, acaríciala. 

Si te equivocas puedes deshacerlo y hacerlo otra vez, no pasa nada. Tu trabajo de artesanía es único. Tu pieza es tan única cómo tú ¡e igual de hermosa!

El patchwork se hace con amor. Nunca dejes a tus hijos ni, por supuesto, a las personas que quieres sin una manta, pues, cuando se envuelvan en ella, sentirán tu abrazo.

Montse Carreras.