Os cuento, muy en breve, yo comencé aficionarme a coleccionar juegos de ingenio, estando en los “madriles”, en una cafetería que iba todos días a comer. Ya sabes en Madrid antes de comer la cervecita con la tapita gratis el caso que un camarero me mostró el juego del corazón, y me gusto miré por Madrid y comencé a hacerme los juegos yo mismo. Hice ese juego a muchos amigos, luego en Zaragoza, vi la actuación en Caspe de un Mago y ví que tenía juegos de todas clases y ahí comencé a comprarme de todos que he podido, he seguido coleccionándolos sin parar.
En la cafetería de donde me enseñaron el primero, como comencé a llevarles varios juegos, me sacaron cariñosamente “EL ALAMBRES”, y me conocen en el bar por “El ALAMBRES”.
Un cliente de ese bar que era director de un colegio, me llevó al centro docente y les enseñé los juegos que tengo a los alumnos de cuarto de Eso, les gusto, y he seguido comprando y comprando juegos sin para.
Todos los juegos los he resuelto unos me han costado mas que otros pero, la solución la tengo de todos pero a base de muchas horas, me gusta uno que parece una bombilla que es bastante difícil, y ese lo guardo y lo sacó poco, para que no se pierda y los de las cuerdas con la maderica son también bonitos para mi todos, tengo especial interés por algunos pero todos interesantes y complejos.
Después el de la cadenita con aro, ese lo trajo un compañero amigo de San Sebastián y me costo resolverlo. Un día voy al carrefour de Av. Navarra ahí lo tenía un mago que se pone para las fechas de navidad y lo compre, pero yo lo mejoré y me he comprado una arandela más pequeña con una cadena mas pequeña y mas difícil de hacer y la llevo casi siempre y cuando voy a Sástago en casi todos de los bares del pueblo, en la Maravilla antes y ahora en la Martina me lo han visto hacer.
Si fuera mas a Sástago alguna vez, se los enseñaría a los crios en el colegio o en un local.
Antonio Ortin Sancho
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