Es numerosa la bibliografía que podemos consultar, con relación al Monasterio de Rueda desde su fundación, construcción y abandono. Es más bien escaso todo en relación a su entorno, detalles de sus riberas, vegetación, sus bosques, la fauna o la descripción de los edificios de sus posesiones.
En el año 1833 se imprime el DICCIONORIO GEOGRÁFICO UNIVERSAL dedicado A LA REINA NUESTRA SEÑORA editado por una sociedad de literatos, en Barcelona, por la imprenta de José Torner. En el tomo VII, página 357, se describe con todo detalle, lo relacionado con el Monasterio de Rueda y todo el entorno de sus dominios, montes, posesiones y edificios. Es una descripción extensa y pormenorizada que comprende todo el entorno del Monasterio de Rueda y propiedades por lo cual me centraré en la finca de Gertusa y el Monasterio de Rueda, su texto literalmente dice así:
“La granja llamada de Gertusa, situada encima de la acequia, en el monte ó secano a ½ legua del monasterio río arriba, al poniente y en el mismo término, es una casa grande de labranza con todas las viviendas á propósito para los labradores, cubierto para carros, pesebre para las mulas, caballerizas para estas y para garañones, cuarto para las herramientas de labranza, habitación para el lego que se halla aquí cuando lo requiere las faenas del campo, una pieza llamado el avivador de los gusanos de seda, dormitorio para los monjes y oratorio capaz para 50 personas. Los edificios como agregados a esta granja son un corral de ganado ó paridera da dos caños, y en la cual se acomodan dos rebaños de 500 cabezas de ganado cada uno. Los ganados en esta granja no están de asiento a temporadas, y es regularmente cuando están enfermos o desmembrados para recobrarse. Hay otro corral adjunto para acomodar a los potros en el invierno cuando se apartan de las yeguadas, otro para loa burras y pollinos, y en medio de la viña un cubierto para refugiarse los trabajadores si ocurre una tronada.
El coto redondo ó término del monasterio confronta por el N. con el monte de Sástago y también por el E. y O., y por el S. con el río Ebro y Escatrón.
Divídese en tierras de monte y huerta; la huerta que está que está en la orilla izquierda del Ebro, se riega con agua de este sacada con norias; el monte es la tierra que hay desde la acequia del N. Por las inmediaciones del monasterio un buen trecho es llano después como a unos cien pasos de la granja se va levantando en cerrillos humildes, los cuales toman incremento, y llegan a bastante altura en el término de Sástago; estos montes son cascajosos comúnmente, de tierra blanca, y compuestos por
bancos de arcilla, tierra encarnada, ect. Hallamos dos especies de canteras, la una de asperones buena para edificios, y otro de arena de grano más menudo y más compacto, de la cual han cortado ruejos para moler olivas, y piedras para molinos de aceite ; lo restante es un calar. Sirve de base a todos estos montes una cantera de alabastro muy alta y larga; por, lo que, y por ser de excelente calidad es muy apreciable, y famosa desde tiempos muy remotos. Comienza ya a descubrirse el banco de ella a orillas el Ebro, frente de Gertusa, en la Val que llaman de Sástago y por otras partes hacia el monasterio, y sigue hacia el N. Ignórase a cuanto se extiende pero hay quien opina que hasta 8 leguas cuadradas; su común densidad es de 7 y 8 palmos , y a veces el doble. No se sabe su fin, como se ha dicho, pero se ve que se interna en La Val de Sástago, hacia el N. De esta cantera de alabastro se sacó la piedra con que se hizo el retablo mayor de Nuestra Señora Del Pilar de Zaragoza por el famoso escultor Damian Formente, y de la misma dicen se hizo el retablo de San Nicolás de Bari de Velilla y el de la iglesia de este monasterio, surte a una gran parte de Aragón y otras provincias para mesas de altar, claraboyas y otos usos. Este es un objeto de historia natural digno de mayor aprecio y de examen y atención de personas ilustradas.
En el monte cultiva poca tierra el monasterio, ya porque tiene huerta abundante, y ya porque la aprovecha para pastos; sin embargo tiene algún campo.
Por lo que respecta a vegetales, no se sabe que haya por el monte cosa de mérito especial; críanse pinos en abundancia de las comunes del país, lentiscos, romeros, tamarices, retamas, etc. De la yerbas la escorzonera, espliego y otras que come ávidamente el ganado. En cuanto a los animales hállanse conejos, liebres, perdices, zorras, lobos y también algunos venados por que es raro el año que dejen de matar alguno.
La huerta del monasterio comienza desde el término de la Villa de Sástago, al O. de él, 1/3 de legua, y desde una noria muy grande, y que está puesta allí, junto a la posesión del conde de esta villa, llamada Menuza. Sigue la orilla del Ebro, hasta muy cerca del monasterio, en donde al mismo lado del río hay otra noria con que se toma más agua, y se riega otra porción de huerta. A la primera, que viene desde el término de Sástago, siguiendo el río hasta el monasterio, llaman la huerta alta, la que se riega con la segunda noria, desde el monasterio hasta salir de su término, se llama huerta baja. La primera, partiendo desde la noria, con que se riega, la cual a pesar de sacar mucho agua no es bastante para el riego que se necesita, contiene dos viñas, buenos olivares, un gran soto a orillas del Ebro con moreras é higueras, pero no está todo plantado por que las avenidas del río lo destruyen mucho; hay un huerto cercano para hortalizas, poblado de exquisitos árboles frutales; notándose especialmente una variedad de melocotones de un gusto exquisito, cañas que se hacen hasta 500 cañizos al año, sin las que se emplean en otros usos de la casa; bosque en donde se crían conejos en abundancia, etc.
Toda esta huerta pertenece a la granja, y aunque es del monasterio se cultiva por separado. Su cosecha de trigo y cebada será de unos 100 cahíces por quinquenio, y unas 800 arrobas de aceite.
Bajando por la carretera que hay desde esta huerta hasta el monasterio, costeando el Ebro, se encuentra en excelente pinar de pinos donceles principalmente, y de otras especies, y cuya extensión es de 1/3 de legua y un ancho de 170 varas. De pocos años a esta parte se ha aumentado considerablemente este pinar con nuevas plantaciones: antes contenía 24000 pinos. En toda su extensión hay mucha espesura de arbustos y de matas, mucho lentisco excelente para hacer ceniza para jabón, mucha retama fina y basta, artos ó espinos negros y otras muchas plantas pues es tierra que produce cuanto quiere el labrador. La tierra es casi toda un arenal, pero muy fecunda.
Críanse también en el pinar muchos conejos, perdices, palomas torcaces, tórtolas, tordos de todas las especies, merlas, particularmente de admirable canto, infinitos ruiseñores, atraídos sin duda por la frondosidad y amenidad del sitio. Críanse también zorras, a pesar de ser perseguidas continuamente; tejones, algunas nutrias y cuervos. Después de la huerta de Gertusa y pinar, en la misma izq. del Ebro, sigue la huerta del Monasterio.
La huerta baja empieza desde el mismo monasterio, frente del cual está la noria con que se riega; tendrá de larga como ¼ de legua, y 200 varas de ancho. Sus producciones son a poca diferencia las mismas. Al fin de ella hay una paridera que sirve para el ganado cabruno en invierno, y para varios ganados de Sástago, por servir de mojón a los términos de esta villa y monasterio. Desde esta paridera sigue siempre monte de Sástago, por espacio de 4 leguas y siempre encumbrándose. Estas huertas serán de 400 cahizadas. Finalmente sus productos agrícolas y que forman su cosecha son: trigo, cebada, maíz, vino, aceite, azafrán y pasas, todo de la mejor calidad, como también la fruta y hortalizas”.
Dejo para la opinión, de los posibles lectores, la comparación de los lugares que nos describe, en 1833, entonces lógica y normal, para nosotros hoy un autentico paraíso. La variedad de la fauna es enorme tanto en mamíferos como en aves, en los pinares nos comentan la existencia de infinitos ruiseñores. De la limpieza de las aguas del Ebro nos da una idea la existencia de nutrias y de multitud de colonias de la margartífera auricularia, molusco bivalvo de agua dulce, que se alimenta filtrando gran cantidad de agua, hasta 50 litros diarios, con lo que se convierten un autenticas depuradoras de las aguas. De los pinares que nos describe tan apenas quedan unos pocos pinos, de enorme diámetro, como mero testimonio de lo que fueron sus bosques.
Antonio Enfedaque Sariñena. Junta Directiva
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