A las 7.00, en las naves de GMC estaba el punto de encuentro y desde allí salimos todos, los ciclistas en autobuses el camión con las bicicletas, y tres furgonetas de apoyo a los corredores, una de Budenheim Ibérica, otra de GMC y una tercera de Talleres Uncastillo, con dirección El Bocal, lugar de nacimiento del Canal Imperial de Aragón.
Allí llegamos a las 8.10, aparcamos en camino de tierra junto al puente de Formigales y empezamos a descargar las bicicletas de los corredores que poco a poco iban llegando desde el otro lado del puente, donde los dejaron los autobuses.
Tras comprobar las bicicletas y ver que todo estaba en orden, los 70 ciclistas tomaron la salida. Por delante 100 Km. de terreno llano ligeramente descendente hasta llegar a la fuente de los Incrédulos en Zaragoza. Los curiosos que se agolparon para ver la salida se asombraban del gran despliegue de medios que en unos minutos habían dejado lista para su comienzo la VI Bajada del Canal.
Hasta Pedrola no había que avituallar a los corredores, de modo que las furgonetas de apoyo se desplazaron hasta esa localidad, famosa porque uno de sus vecinos fue presidente de la DGA y en su castillo todavía debe estar un famoso sillón que desapareció cuando el se fue de presidente.
El caso es que en un bar cerca del canal, dan unos huevos fritos con jamón para chuparse los dedos y en eso estábamos los chóferes y acompañantes cuando sonó el primer teléfono.
Dos de los corredores se sintieron indispuestos nada mas salir y la furgoneta de su grupo tuvo que acudir en su auxilio.
Justo acabábamos de almorzar cuando de nuevo sonó el teléfono, los primeros corredores habían llegado a Pedrola y tenían sed, así que para allí nos fuimos los de la Budenheim, a asistir a los ciclistas con agua y bocadillos.
No nos costo mucho llegar por carretera, cruzamos el pueblo y nos colocamos en posición para ver pasar a los nuestros, tardaron unos veinte minutos en aparecer los primeros corredores de nuestro grupo, en sus rostros se notaba el esfuerzo, el calor y el cansancio iban mellando su fortaleza física.
Fuimos haciéndoles fotos así como venían, en grupo o en solitario, y en todos ellos se notaba el esfuerzo, el grupo de Huesca llegó a Pinseque juntos, se ve que tienen costumbre de rodar juntos, por cierto había dos chicas entre el grupo de ciclistas.
Cuando creímos que habían pasado todos, nos pusimos en marcha siguiéndolos así seguiríamos hasta el final de carrera en la fuente de los Incrédulos en Casablanca.
El tramo de Pinseque a Casablanca fue el mas duro para muchos ciclistas. El camino polvoriento, el sol y la fatiga aun lo hacen mas duro. Paramos debajo de un chopo para atender a unos del grupo que habían pinchado a unos diez Km. para la meta y allí fueron acudiendo corredores rezagados a por agua porque habían agotado existencias, recogimos a uno porque la rodilla le jugo una mala pasada. Dimos agua al sediento y comida al hambriento, en fin repartimos todas las existencias de agua que nos quedaban, cuando paso el ultimo héroe de la jornada arrancamos tras el. Estamos cerca del final o de lo que parece el final, después de llegar a la fuente tras 100 Km. de bajada, la fuente no es el final del camino hay que llegar a los locales de GMC en Cogullada 11 Km. mas adelante.
Las furgonetas no pueden llegar hasta la fuente y nos hemos adelantado, ya estamos en las puertas de la nave esperando a los corredores para cargar las bicicletas y que se refresquen antes de ir a comer.
Suena el teléfono, hay problemas alguien ha tenido un desfallecimiento en Vía Hispanidad nos piden agua y asistir al corredor, nos ponemos en marcha con lo que nos queda salimos como centellas hacia donde esta el problema, solo nos faltan las sirenas y las luces de emergencia. De nuevo suena el móvil, el corredor se ha recuperado y no hace falta que vayamos en su busca, estos ciclistas están hechos de buena pasta.
Media hora después van llegando todos, empezamos a repartir el agua y las cervezas que hemos conseguido hasta que se agotan, les indicamos donde esta la nave en la que vamos a comer, allí hay duchas, agua, cerveza y todo lo necesario para refrescarse hasta empaparse por fuera y por dentro.
Tras la opípara paella regada con vino, brut, o cerveza, llego el postre cerezas del bajo Aragón, trenzas de San Lorenzo, especialidad de los de Huesca, también las regamos con brut y luego una copica de helado, para rematar café con licores.
Que mas decir de un día inolvidable en que el remate es una estupenda comida bien hecha y bien regada, todo estaba muy bueno y muy abundante como en una boda.
Y como colofón entrega de diplomas y trofeos, por cierto la próxima vez al fotógrafo lo pondremos en otra posición para que no haga contraluces.
Agradecer a los patrocinadores del evento sin los cuales esto no se podría celebrar, cuando tenga la lista completa lo añadiré en el escrito
Decir por ultimo que la VII bajada esta asegurada, Talleres José Luis Miguel pondrá su nave para la celebración de la comida de los más de 100 ciclistas que se esperan para el próximo año.
También se encargara del vermut y del brut para todo el personal asistente. Con patrocinios así da gusto celebrar eventos de esta magnitud.
Del resto, seguro que habrá algunos patrocinadores generosos que aportaran todo lo necesario.
Honor y Gloria, a todos los participantes en esta inolvidable jornada.
Fernando Benito
Si señor, un día muy ameno. Gracias a todos, la comida fue espectacular y el trofeo todo un detalle.
ResponderEliminarAhi va el enlace de la crónica desde Huesca, incluyendo el video de nuestro compañero Miguel
http://red.barrabes.com/somosnenasomarines/blogs/post.asp?idPost=2588
Un saludo,
Tere