Historias del Tío Cebollas
El Tío Cebollas nació y vivió a comienzos del siglo pasado, es un personaje
entrañable para los que lo conocieron, hombre cabal donde los haya, buen
trabajador, pero tenia un pequeño defectillo, le gustaba contar alguna
mentirijilla que otra, por eso el apodo de Tío Cebollas.
Un pariente suyo, ha tenido a bien relatarme alguna de sus aventuras, que muy
gustosamente publico en el blog para que quede constancia de esas
vivencias.
Una caja de melocotones
La caza y la pesca en aquellos días era más cosa de necesidad que de deporte,
los cartuchos se los fabricaba el cazador y las cañas de pesca y los anzuelos
lo mismo.
El tío Cebollas como la mayoría de hombres de aquella época, era cazador y
pescador, esta es una historia que contaba con mucho sentimiento al calor de la
lumbre, en las fría noches de invierno.
Un día cazando conejos por una zona de vegetación alta, le salió un ciervo, el
tío Cebollas se echó mano a los bolsillos pero no llevaba cartuchos de postas
solo de perdigón para pluma, el tío Cebollas se estaba comiendo un melocotón
que había pillado en un campo cercano, así que metió un cartucho de perdigón
del 10, cogió el hueso del melocotón y lo metió por la boca de la escopeta, apunto al ciervo entre la maleza y PUM...... disparo la escopeta, el ciervo dio
un salto y salió disparado perdiéndose entre la alta maleza. El tío Cebollas se
marchó sin el ciervo.
Un año después el tío Cebollas estaba cazando por la misma zona y de pronto
entre la maleza vio la figura de un ciervo con una gran cornamenta, esta vez el
Tío Cebollas llevaba postas, así que apunto y en el momento del disparo el
ciervo se movió y dio varias embestidas con la cornamenta pero salió dando
saltos y se perdió entre la maleza.
El tío Cebollas se acercó a donde estaba el ciervo y no encontró rastro de
sangre pero lo que sí encontró fue; quince o veinte kilos de melocotones en
el suelo, los recogió en un saco de arpillera que llevaba en el macuto y se los llevo para casa.
Seguiremos con la saga del Tío Cebollas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario