Nueva tanda de poesía y pintura de Julio Izquierdo, pintor y poeta.
"LA MUÑECA "
con los pies casi descalzos, con las manecitas yertas
y sin temor a la lluvia que cada vez más arrecia,
contempla extasiada y triste el interior de una tienda
que por su gusto en juguetes, es en Madrid la primera.
-¿Qué haces aquí? le pregunta, con voz desabrida y seca,
un dependiente empujando a la niña hasta la acera.
¡Déjeme Vd, sólo estaba mirando aquella muñeca!
¿Será muy cara, verdad? ¡Lo que es como yo pudiera...!
-¡Lárgate a pedir limosna y déjate de simplezas.
La muñeca que te gusta son 10 Euros, con que "fuera" !
Marchose la pobre niña ocultando su tristeza.
En vano pide limosna, ninguno escucha sus quejas,
y desfallecida y débil cruza calles y plazuelas
recordando en su amargura la tentadora muñeca.
¡Caballero, una limosna a esta pobrecita huérfana!
-¡Déjame que tengo prisa!
¡Por Dios señor, aunque sean diez centimitos, tengo hambre!
... Pobre niña... ¡Me da pena ! Toma ...
Pero señor, son 10 Euros
Te los doy para que puedas siquiera por esta noche
tener cama y tener cena.
¡Qué Dios se lo pague a Vd. y le de la gloria eterna!.
Y apretando entre sus manos convulsivas las monedas,
corrió por la calle abajo hasta llegar a la tienda.
A la mañana siguiente se comentaba en la prensa
el hecho de haberse hallado en el quicio de una puerta
el cadáver de una niña abrazada a su muñeca.
¡ No, no y no !
seguimos haciendo
tornillos
para fabricar culebras
que lanzan veneno.
No.No hay derecho,
pero…
seguimos enfrentando
gallos que se matan
dejando sin
despertadores las alboradas.
No hay derecho, pero…
seguimos alimentando
patos
para trasplantarnos
sus hígados.
No hay derecho, pero…
seguimos
emborrachándonos
mientras otros
no tienen ni agua
limpia para beber.
No.No hay derecho,
pero…
PEGADO
A LA TIERRA
Quiero vivir pegado a la tierra. Enraizado.
Quiero ser árbol y río y quiero ser niño otra vez.
Quiero beber el agua de las cumbres
y comer el pan los valles.
Quiero ver las estrellas cada noche
y los gorriones callejeros cada día.
Quiero vivir otoños para pisar sus hojas secas
y sentir el frío del invierno para añorar primaveras.
Quiero besar a las nubes cuando me amera de lluvia
y quiero abrazar al viento cuando me tienta la cara.
Quiero dormirme con una mujer entre los brazos
y con las cabezas juntas para intercambiar los sueños,
y quiero morirme poco para resucitar en seguida.
PEQUEÑAS COSAS (De mi
libro ÁVIDO DE VIDA)
La cuestecilla hasta
la plaza.
El tío Mariano sentado
a la sombra
dormitando…
aparentemente.
La casa donde crecí,
viejo albornoz
empapado de recuerdos
que pugnan por no evaporarse.
Pequeñas cosas
que dan fe de que he
vivido.
De que estoy vivo.
¿Qué sería de mí
sin esos recuerdos
sustentadores?
Y ¿qué sería de la
sombra
si un día no tuviera a
ningún tío Mariano
a quien resguardar del
sol,
o de la plaza
sin esas siluetas de
tejados
que dibuja en ella
el sol de los
atardeceres.
Pequeñas cosas
que se agrandan en la
distancia
cuando el cruel
desarraigo lo cambia todo.
Cuando el impasible
tiempo
se regodea en la pena
y cuando las lágrimas
se mezclan con las
cuartillas,
recordando…............
recordando.
Cortesía de Julio Izquierdo
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