2 de junio de 2023

A Pluma y Pincel

 Nueva tanda de poesía y pintura de Julio Izquierdo, pintor y poeta.


"LA MUÑECA "

En la víspera de Reyes, una niña pordiosera
con los pies casi descalzos, con las manecitas yertas
y sin temor a la lluvia que cada vez más arrecia,
contempla extasiada y triste el interior de una tienda
que por su gusto en juguetes, es en Madrid la primera.
-¿Qué haces aquí? le pregunta, con voz desabrida y seca,
un dependiente empujando a la niña hasta la acera.
¡Déjeme Vd, sólo estaba mirando aquella muñeca!
¿Será muy cara, verdad? ¡Lo que es como yo pudiera...!
-¡Lárgate a pedir limosna y déjate de simplezas.
La muñeca que te gusta son 10 Euros, con que "fuera" !
Marchose la pobre niña ocultando su tristeza.
En vano pide limosna, ninguno escucha sus quejas,
y desfallecida y débil cruza calles y plazuelas
recordando en su amargura la tentadora muñeca.
¡Caballero, una limosna a esta pobrecita huérfana!
-¡Déjame que tengo prisa!
¡Por Dios señor, aunque sean diez centimitos, tengo hambre!
... Pobre niña... ¡Me da pena ! Toma ...
Pero señor, son 10 Euros
Te los doy para que puedas siquiera por esta noche
tener cama y tener cena.
¡Qué Dios se lo pague a Vd. y le de la gloria eterna!.
Y apretando entre sus manos convulsivas las monedas,
corrió por la calle abajo hasta llegar a la tienda.
A la mañana siguiente se comentaba en la prensa
el hecho de haberse hallado en el quicio de una puerta
el cadáver de una niña abrazada a su muñeca.

¡ No, no y no !
 

No hay derecho, pero…
seguimos haciendo tornillos
para fabricar culebras que lanzan veneno.
No.No hay derecho, pero…
seguimos enfrentando gallos que se matan
dejando sin despertadores las alboradas.
No hay derecho, pero…
seguimos alimentando patos
para trasplantarnos sus hígados.
No hay derecho, pero…
seguimos emborrachándonos
mientras otros
no tienen ni agua limpia para beber.
No.No hay derecho, pero…

PEGADO A LA TIERRA


Quiero vivir pegado a la tierra. Enraizado.
Quiero ser árbol y río y quiero ser niño otra vez.
Quiero beber el agua de las cumbres
y comer el pan los valles.
Quiero ver las estrellas cada noche
y los gorriones callejeros cada día.
Quiero vivir otoños para pisar sus hojas secas
y sentir el frío del invierno para añorar primaveras.
Quiero besar a las nubes cuando me amera de lluvia
y quiero abrazar al viento cuando me tienta la cara.
Quiero dormirme con una mujer entre los brazos
y con las cabezas juntas para intercambiar los sueños,
y quiero morirme poco para resucitar en seguida.

PEQUEÑAS COSAS (De mi libro ÁVIDO DE VIDA)
 

La calle pisada tantas veces.
La cuestecilla hasta la plaza.
El tío Mariano sentado a la sombra
dormitando… aparentemente.
La casa donde crecí,
viejo albornoz empapado de recuerdos
que pugnan por no evaporarse.
Pequeñas cosas
que dan fe de que he vivido.
De que estoy vivo.
¿Qué sería de mí
sin esos recuerdos sustentadores?
Y ¿qué sería de la sombra
si un día no tuviera a ningún tío Mariano
a quien resguardar del sol,
o de la plaza
sin esas siluetas de tejados
que dibuja en ella
el sol de los atardeceres.
Pequeñas cosas
que se agrandan en la distancia
cuando el cruel desarraigo lo cambia todo.
Cuando el impasible tiempo
se regodea en la pena
y cuando las lágrimas
se mezclan con las cuartillas,
recordando…............ recordando.
 
Cortesía de Julio Izquierdo


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