13 de febrero de 2023

A Pluma y Pincel de Julio Izquierdo

 Este mes de febrero hace mucho frio y apetece estar al rescoldo del hogar o de una buena hoguera y en esos momentos que hay mejor que te lean un cuento o unas buenas poesías. Pues eso vamos hacer, os vamos a publicar unas cuantas de nuestro poeta favorito, Julio Izquierdo.

TRINOS

Con un pájaro que trine soy feliz.
Con un cardo seco
esperando paciente el soplo del cielo
que lo desperdigue y lo perpetúe, me deleito.
 
Con andar pisando tierra, disfruto,
y escribiendo estos torpes versos
me siento un viejo muy afortunado.
Tengo ojos y veo volar.
 
Tengo oídos y oigo trinar,
y me rodea un mundo de hermanos
con los que palpito.
Quiero terminar este poema gritando,
 
¡¡VIVA LA VIDA!!
 

TODO ES MIO


Desde la colina dorada de la tarde,
sentado en el regio trono de esparto y ontina
y coronado con aureolas de sol y bruma,
veo mi pueblo, mi sol, mi río.

Todo lo que abarca mi vista es mío:
incluso el cielo que adorna el arco iris,
el paisaje interminable
y la vigilante cigüeña de la torre.

Todo me pertenece.

Todo

PUENTES SIN BARRERAS


Veo un mundo de anchos puentes
sin vallas y sin barreras,
de orillas acogedoras
y fronteras siempre abiertas.

Un mundo donde el amor
sea el motor de la vida,
sea el néctar de las almas
donde la virtud anida.

Un mundo de amaneceres
brillantes, de viento en calma,
de niños jugando al marro
y madres alborozadas.

Rezaré por si hay un dios
que escucha mis sentimientos,
y porque mis sueños son
súplicas y no lamentos.

 

UN DIA MAS SE AVECINA
 

Amanece en Sástago
y ya las carpas del río
se asean dentro del espejo.
 
Los niños, dormidos aún,
sueñan con don Rogelio y la regla de tres.
Las cañas de la ribera,
violines afinados de la madrugada,
entonan su melodía “astrolírica”
para que sapos y ranas convivan.
 
Los juncos, remolonean con el agua
marcando el ritmo de la corriente
como batutas divinas movidas por el dios invisible de los lechos.
Todo es candor. Todo aroma. Todo armonía.
 
Hasta la garrafa contaminante de plástico gris
se sumerge avergonzada ante tanta belleza.
Ya se despiertan los niños.
Ya empieza la algarabía.
Suenan los despertadores.
Un día más se avecina.

 Cortesía de: Julio Izquierdo

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