El Barranco de la Muerte: Apuntes Históricos
Las reseñas históricas de estos lugares
se remonta al siglo XII poco antes de la toma de Zaragoza musulmana el 22 de
mayo de 1118 por el Rey Alfonso I El Batallador. El ejército cristiano rodeaba la
Ciudad, sitiándola para después intentar su asalto. Los sitiados pidieron ayuda
al rey musulmán de Valencia, y sus tropas llegaron a las proximidades de
Zaragoza enfrentándose a los guerreros cristianos.
Barranco de la Muerte. Cuadro de Agustín
Salinas Teruel (Diputación Provincial de Zaragoza)
Con una hábil maniobra estratégica, el rey Alfonso logró atraer a estas
huestes musulmanas de noche, al fondo del barranco, donde apostados aguardaban
los soldados cristianos, atacando por sorpresa y produciendo una gran mortandad
entre los musulmanes. Muy pocos fueron los que se salvaron, y desde entonces a
este lugar se le conoció como el Barranco de la Muerte.
Siglos más tarde, y a la muerte sin
descendencia en 1700 de Carlos II, el Archiduque Carlos de Habsburgo y el Duque de Anjou, Felipe, nieto
de Luis XIV rey de Francia, se disputaron el trono español,
desencadenándose la Guerra de Sucesión. Una guerra civil en la que también se
dirimía el equilibrio de poderes en Europa, convirtiéndose así, en una
confrontación internacional. Los ingleses ayudaron a los austríacos, pues no
querían que dos reinos tan poderosos como Francia y España se unieran por lazos
de sangre de la misma casa real.
A las tropas españolas apoyaban al Archiduque Carlos mayoritariamente
compuestas por soldados procedentes de la antigua Corona de Aragón, se unieron
fuerzas inglesas y alemanas, por el contrario las francesas se alían con los
seguidores del Duque de Anjou apoyados por tropas castellanas. Ambos ejércitos
se enfrentaron el 20 de Agosto de 1710 en las inmediaciones del Barranco de la
Muerte.
Los 20.000 soldados que componían las
tropas de Felipe V al mando del Marqués de Bay formaban una línea en arco de espaldas a
la Ciudad, desde la ribera derecha del Ebro hasta los montes de Torrero, y en
su frente se alineaban los 23.000 soldados (14.000 eran alemanes) del
Archiduque Carlos que aguardaba resultados en la Cartuja de la Concepción
(actual barrio de la Cartuja), al mando de estas tropas estaba Stanemberg.
Todos los zaragozanos que quisieron y que estaban libres de acudir a librar
la batalla, se subieron a los cabezos de los montes de Torrero para ser
espectadores de la feroz contienda que se iba a desencadenar (estos lugares son
hoy las cotas más altas del Barrio de la Paz). Es en este lugar donde la
ferocidad combativa fue mayor, y una vez más el barranco quedó lleno de muertos
y heridos. Los vencedores fueron los partidarios de Carlos, con un fatal
balance de 5.000 enemigos muertos y heridos 2.500, entre ellos se contaban las
bajas de 600 oficiales. El desastre fue total para Felipe, y éste disfrazado de
soldado extraviado por los montes de Torrero pudo llegar a un molino en
petición de auxilio y el molinero lo puso a salvo.
La Batalla de Zaragoza. Abraham Allard.
El barranco es atravesado por el
acueducto del Canal Imperial, promovido por Ramón Pignatelli que venciendo todo tipo de trabas y dificultades políticas y de mano
de obra, enfrentándose a la oligarquía , a la nobleza e incluso a la Iglesia y
tener que superar los efectos de falsedades documentales, escándalos, fraudes,
malversaciones de fondos y pleitos, el 14 de Octubre de 1784 logró que las
aguas del canal llegarán a Casablanca, mientras los obreros trabajaban en los
estribos del puente sobre el río Huerva. Poco después se ejecutaba el acueducto
para salvar la altura del Barranco de la Muerte, haciendo que este lugar ya
tuviera una referencia física y de progreso.
Pignatelli pretendía llegar con el Canal hasta el Ebro en Sástago, pero
apenas consiguió prolongarlo desde este acueducto unos pocos kilómetros aguas
abajo (Esclusas de Valdegurriana y de La Cartuja), pues sus esfuerzos se
estrellaron contra el terreno que contenía capas de yeso muy poroso haciendo
inviable la construcción del cajero del canal de forma razonablemente económica
y segura con las técnicas que se disponían en la época.
Años más tarde, encontramos una
descripción del barranco en la “Guía de Zaragoza para viajeros de 1860” que recogía lo siguiente: “Por la parte izquierda de los Montes de Torrero, y
cerca de donde están situados los almacenes de pólvora viene extendiendo este
gran torrente o barranco. En sus inmediaciones hay olivos, viñedos y algunas
torres”.
Hasta hace unas décadas todavía se
situaba un polvorín del ejército detrás de las tapias del cementerio de
Torrero, y en la margen izquierda del barranco con huertas irrigadas por una
acequia del Canal, la antigua Torre de Pena, y la más reciente y cercana al
acueducto Torre Carmen, ambas ya desaparecidas.
En Septiembre de 2002 finalizaron las
obras de construcción de la Ronda de la Hispanidad. Esta actuación urbanística incluyó un
nuevo acueducto para el paso del Canal Imperial de Aragón sobre la Ronda, y la
perforación del antiguo acueducto, para los pasos de las calzadas y aceras, así
como el nuevo encauzamiento del barranco.
Acueducto del Canal Imperial y encauzamiento del Barranco de La Muerte (J.M. Arnal)
Cosas que me mandan por correo
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