5 de abril de 2017

Riberabajota 2017

¡FELICIDADES RIBERABAJOTA!
Es una satisfacción felicitar al mundo de la jota comarcal por todos los progresos que pudimos comprobar en RiberaBaJota, donde nos regalasteis vuestro trabajo, esfuerzo e ilusión. Igualmente felicitar a los organizadores, anfitriones, voluntarios, servicios sanitarios y, en definitiva, a todos aquellos que colaboraron en su celebración y desarrollo. También agradecer al público su asistencia.

Rafael Fernández Tremps.

RiberaBaJota, en Sástago, 
cumplió séptima edición 
y la magia de la jota 
allí se manifestó.
Al hacer retrospectiva,
halagüeña es la visión,
los grupos mucho mejoran 
calidad y profusión.
Presagiamos un futuro
alegre y prometedor.
Más de doscientos actores
conformaron la función,
incluidos los tañedores
con su magnífico son. 
Su vestimenta, exquisita,
en armonioso color.
Doblete hicieron algunos,
loable su implicación.
Muy nutrida fue la audiencia, 
mucho público asistió,
pues desde todos los pueblos
mucho personal llegó.
Aunque decirlo me duela,
muy bien, no se comportó.
Si llegan a la posdata,
ya leerán la versión.
Comenzó el acto Escatrón,
cantando, Alicia, La fiera, 
siguió Sergio, en infantiles.
No hay que cantarla entre rejas, 
ofreció Pilar. María,
Abandonar una era.
Un entonado Carrico 
nos brindó Blanca Cabrera.
Marta, S’ha feito de nuey,
actuación casi perfecta. 
Un homenaje a su padre, 
cantó Guillermo Lucea.
Bailes, infantil y adulto, 
bailaron un par de piezas:
el Compromiso de Caspe
y jotas escatroneras.
Un par de cantos grupales 
nos cantaron los de Gelsa.
La hurtada de Albarracín,
una danza de solera,
la jota de los “cantaros”…
bien pusieron en escena.
No vi más. Perdón gelsanos,
el móvil me sacó fuera.
Con la agrupación de Quinto
llegó la actuación tercera.
Fue La jota de Alcañíz,
de sus danzas, la primera.
Luego, Las espigadoras 
que gustó sobremanera.
Sus cantos, todos en grupo:
una bonita habanera
y Amanecer en el valle
con su evocadora letra.
Cuadro de baile infantil, 
los de La Zaida estrenaban.
Elegantes, las adultas
bailaron muy conjuntadas 
Noche de Calatayud,
que muy bien interpretaban.
Una pieza instrumental 
ofreció su gran rondalla,
donde laúd y bandurria
pareció que dialogaban.
Pasión por la jota, grupo 
que llegaba desde Pina,
va creciendo sin parar
y trajeron sus conquistas.
Baile adulto e infantil
mostraron su ópera prima:
El bolero de Sallent
y La jota Laurentina
Miguel Zumeta y Beltrán, 
dúo que muy alto pica.
Caminico de Monlora
ocho voces cantando iban,
entre los que se encontraba 
la veterana Felisa
que, además, trajo a bailar
a su nuera y a su hija.
Alborge, junto con Sástago,
unidos en armonía,
a tan sabrosos manjares
un buen postre les ponían:
su rondalla, canto y baile
en perfecta sintonía,
que no lo vio mucha gente
por marcharse tan deprisa.
Interpretaron en grupo
las rondaderas bravías.
Son Marta, Blanca y Elena
nuestras preciosas solistas
infantiles, también bailan
y regalan alegría
Iván y Mario, con júbilo
nos dieron buenas noticias,
su nueva voz ya modulan
y bailando maravillan.
Cuando canta, Conchi Fandos,
mucha técnica domina.
Suspiros de mi garganta,
de cantar nada sencilla,
Conchita nos la entonó
con estilo y armonía.
Interpretó la rondalla,
con su habitual maestría
y cadencia, La Tronada.
¡Despierta Aragón! ¡Qué te oigan!
Ocuparon el “plató”
demostrando su valía
bailando con elegancia,
salero y gran sincronía:
el cuadro infantil, Elenco,
Los grandes, La baturrica.
Y para finalizar 
colocaron una guinda:
El sitio de Zaragoza 
bailaron con gallardía,
naturalidad, bravura,
disciplina, valentía
y el texto que se declama,
con mucha fuerza expresiva.
POSDATA
Resulta bastante triste
tenerse que preguntar
si en los actos populares
nos sabemos comportar.
Ya en ediciones pasadas
se comenzó a plantear.
Se hizo con delicadeza,
que a nadie sentara mal, 
casi pidiendo perdón,
que pensara el personal.
Tras larga meditación
lo he podido madurar
y ya sin contemplaciones 
lo quiero aquí confirmar
Aun con pena, hablando claro,
en honor a la verdad,
tengo que, a doña Felisa,
presidenta comarcal, 
darle la razón, la tiene:
no dejamos de charrar.
Mucho público asistió,
vino mucho personal.
La pena, el mucho trasiego 
en su entrada y su marchar.
¿Sólo vamos a lo nuestro,
a los nuestros arropar? 
Y cuando ellos han concluido
¿ya no existen los demás? 
Y si marchar es su opción, 
háganlo sin perturbar.
Algunos actores hubo 
de actitud poco ejemplar,
pues, cuando público fueron
no pararon de charrar,
sin ejercer el silencio.
¿Y su solidaridad?
Pasó algo muy parecido 
con niños y con papás.
No recorto sus derechos,
respeto su libertad 
mas, quisiera recordarles
una premisa esencial: 
donde la de otros empieza
la nuestra tiene el final.
¿Es que nunca aprenderemos
a sabernos respetar?
Unos, que si mire usted,
que si amigos saludar
otros, que si estaba abierto
en la misma sala el bar…
No valen tales pretextos,
es cuestión de voluntad. 
¿Es que nunca aprenderemos
a sabernos comportar?

Rafael Fernández Tremps.
Marzo de 2017



Fotos cortesía de: Darío Martínez

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