11 de febrero de 2015

El Canal Imperial de Aragón y Sástago.


Leído en "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España" por Pascual Madoz, Madrid 1.849.

Dice: <………….En el reinado de D. Carlos IV mereció esta obra igual protección. Apenas entró a mandar, dispuso continuase D. Ramón Pignatelli en su destino con las mismas facultades que hasta allí.

Ocurrida desgraciadamente la muerte del ilustre Pignatelli en 1.793, se confirmó el cargo de protector al Excmo. Sr. conde de Sástago, con  las mismas atribuciones que aquel le había desempeñado: se dispensaron nuevas gracias a los intereses e individuos del proyecto; y en 23 de abril de 1.793 se dirigió al Consejo de Estado el Real decreto en que S.M. decía expresamente "que aun en medio de los cuidados y urgencias" de la guerra, no ha podido dejar de llamar su atención la empresa de los canales de Aragón, obra grande y útil, particularmente a este reino la que ya está ejecutada en mas de "sus 3  quintas partes" y sería doloroso quedarse sin concluir.

"Que para llevar adelante, como conviene, tan importante empresa, cargaba un millón de rs. vb. al año sobre la rent. prov. de Aragón, conocida con el nombre de equivalente, y que de su Real Hacienda se entregasen 50.000 rs vb. mensuales para proseguir las obras con actividad".
La longitud del canal Imperial, según se había y mandado ejecutar, debería ser desde el Bocal hasta su desagüe en el r. Ebro por la HUERTA llamada DE LA ROSA, term. de SÁSTAGO, 33 leg. de a 8.000 varas; su profundidad de 9 pies de Paris desde la superficie de las aguas, en la cual tiene 64 pies de lat., cuyo ancho va disminuyendo hasta el plan o solera por medio del escarpe correspondiente de manera que construidas las almenaras de riego a 5 pies más arriba de la solera, corren siempre por el canal 4 pies de agua, que es la suficiente para todo el riego, y quedan 5, cantidad también más que suficiente para NAVEGAR los barcos de mayor porte. Conocida la historia del canal, vamos a presentar la descripción de este portento de arquitectura hidráulica, que conservará eterna la memoria, no solo de los reyes que le dispensaron su protección , sino del genio sublime que también supo secundar los deseos de aquellos.>

Lástima que no pudiera llegar a su fin, el terreno, a partir de El Burgo de Ebro, con demasiadas dolinas, impidió el trazado del Canal Imperial, dado que se hundía toda obra que iniciaban y por tanto el caudal no tenía continuidad.

Espero te sea interesante, yo desconocía que el Canal Imperial "acabara" en Sástago. Ahora quiero poder ver algún plano del mismo y poder determinar el lugar exacto del desagüe en el  Ebro y quizás marcarlo, con un hito, para recordar una obra que no pudo ejecutarse.

Luis Casanova Villagrasa


3 de febrero de 2015

A Cuatro Bandas

CUIDADANÍA: A CUATRO BANDAS

No puedo menos que felicitar a todos los que contribuyeron a llevar a cabo tan gratificante actividad.
Vayan en su honor estas estrofas.

Proyecto “Cuidadanía”,
en su tercera edición,
este año se inauguraba
dando honor a San Antón.
En Concierto a Cuatro Bandas
regalaban su audición:
Pina, Quinto, Gelsa y Sástago,
que ejercía de anfitrión.

Y las cuatro fueron una.
Sus sonidos, en unión,
seductores, invadían
con su hechizo el pabellón.
Sacados por las batutas
de mutante dirección:
Don Andrés, don Valeriano,
y también don Luis Usón.

Escenario supletorio
la gran Banda precisó,
pues fueron setenta músicos,
todos juntos en acción.
Mimando sus instrumentos,
el concierto comenzó.
Los de viento, con metales,
y maderas. Percusión,
los platillos o el timbal...
Muy armoniosa sonó

Con su timbre retumbante,
solemne suena el trombón.
Dramático, el clarinete.
Graves, la tuba y fagot.
Muy suaves, flauta y flautín.
Melodioso, el saxofón,
en su familia completa:
alto, soprano o tenor.

Profundo y redondo, el corno,
boquilla de caracol.
Brillante, ágil, la trompeta,
tan guerrera en Jericó.
El oboe, el bombardino
y alguno que se olvidó.
Por ello, pido a sus músicos
me concedan su perdón.

Fue concierto interactivo:
el púbico que asistió,
incitado por los músicos,
“Mesonera de Aragón”
y, también,  “Sierra de Luna”,
tal que un coro las cantó.
“Paquito, el chocolatero”
el acto finiquitó
con todo el público en pie.
Mucho se les aplaudió.

Gratamente sorprendido,
quiero aquí felicitar
a todos los  actuantes.
A quien dio en organizar
tan magnífico evento
-a Cultura Comarcal-
y al público que acudió,
por venir a disfrutar.

Posdata

Sobre el público que asiste
sabéis muy bien lo que opino:
siempre me parece poco...
A los que van felicito
y a los que no participan,
a que lo hagan les animo.
Es lo nuestro y del entorno,
nos regalan sus sonidos...
De verdad que lo merecen
y, además, son exquisitos.

A los pueblos y comarcas
los hacen grandes sus gentes:
queriendo participar,
teniendo libre la mente
de ideas preconcebidas.
Sin oscuros intereses.
Con entrega y con esfuerzo
por razones congruentes.
Saliendo de la trinchera,
con críticas sugerentes.
Tendiendo a la convivencia,
también a la amistad, puentes...

      Rafael Fernández Tremps.

                                Enero 2015