1 de agosto de 2013

Escuela de Adultos de Sástago

EXPOSICIÓN DE LA ESCUELA ADULTOS EN SÁSTAGO

A finales junio coincidí, por casualidad, con la Exposición de la Escuela de Adultos. Con gran satisfacción y sorpresa, pude contemplar la muestra de los magníficos trabajos realizados a lo largo del curso en los distintos talleres. Verdadera artesanía.
Vayan estas estrofas en homenaje a todas y cada uno de las artistas.

Será culpa de la crisis,
mas merecen mucho más:
anunciarlo en su momento,
tal y como es habitual,
en medios de la comarca,
también en la web local,
que así la gente se entere
 y no por casualidad…

…un espacio en condiciones
¿no se encontró otro mejor?
Mil y un problema surgieron
al hacer distribución:
todo fueron apreturas.
Que decirles del calor,
y aunque dicen que la tiene,
no hubo refrigeración…

A pesar de lo antedicho,
exitosa exposición.
No sea protagonista
la penosa introducción,
pues las diestras sastaguinas
sin duda alguna lo son
y en ningún caso culpables
de tamaña imprevisión.

Dejemos las discrepancias,
que no solucionan nada,
y veamos los trabajos,
pues es de lo que se trata.
Perdón pido de antemano
si los términos me fallan:
de las técnicas expuestas
poco sé o, de algunas, nada.



Unos trajes regionales
expuestos frente a la entrada,
los de campesina lucen
su indumentaria de gala
con ornamentos manuales,
de finos bordados en sayas.
Otro negro, estampado
con encajes, de gran dama.
Varias prendas de jotero
y, en paño negro, una capa.

Las paredes y soportes,
por su color invadidos.
Amalgama de retazos
en tamaños variopintos,
medianos, grandes, pequeños,
sus posibles infinitos.
De temática variada:
algunos figurativos;
sensaciones de relieve,
estrellas, dados, mosaicos;
asimétricos o acordes.
El patchwork, siempre atractivo.



De pacientes artesanas
el trabajo con los hilos.
En un largo expositor,
se muestran los ya concluidos:
ligas de novia, puntillas,
entredoses, abanicos…
Algunos, sin terminar,
esperan en el mundillo
transformarse en obra de arte:
el encaje de bolillos



Cuenta una restauradora,
así reza su relato:
¡dónde vas con ese zarrio!
 me decían con cara de asco;
hacen falta muchas técnicas,
transformar lo roto en sano,
quitarle  mugre, carcomas…
que no es cosa de profanos.
Con el tiempo, al verlo nuevo,
se llevaron un gran chasco
y, al final, reconocieron
…ya vemos que tienes mano.
Fue una pena no ver todos
los trabajos restaurados,
sería por su volumen,
no pudieron instalarlos…



Me llamaron la atención,
no negaré mi sorpresa,
esta técnica ignoraba:
la decoración de tejas.
Allí, a un lado, alineadas,
al menos una veintena,
con detalle y en relieve,
la mayoría reflejan
callejas, llares, fachadas,
portales con sus macetas…
poniendo de manifiesto,
del artista, la destreza.



Nuestra felicitación
por la enorme actividad,
la excelente calidad,
por trabajar con tesón.
Nunca perdáis la ilusión.
Solo resta agradecer
a todas vuestro quehacer,
por tan hermosas labores,
por regalarnos colores…
Y a las profes, su saber…

Rafael Fernández Tremps

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