17 de mayo de 2010

Leyendas del Castillo La Palma (Sástago)

La del Castillo La Palma

Un poco de recopilación histórica antes de meternos en harina :
Sástago es ya mencionada en 1147, en 1158 es citada como limite del obispado de Zaragoza. El castillo es de época musulmana, pero fue seguramente modificado tras su conquista aragonesa. No se conocen los nombres de sus tenientes si los tuvo, por lo que sería de realengo.

En 1199 Pedro II lo tuvo que empeñar ante sus problemas económicos, siendo el castillo adquirido por Artal de Alagón por 5.000 morabetinos.

Volvieron a la Corona más tarde pasando al señorío del obispo de Zaragoza, aunque en 1232 consta su cesión por Jaime I, a Blasco de Aragón a cambio de Morella y María de Huerva. Así la villa se vinculo a una de las ocho grandes familias de reino, sus descendientes no hicieron sino aumentar el patrimonio de la familia en la zona, tras la cesión de Pina de Ebro por Artal II de Alagón, además de otras lugares de la Ribera Baja del Ebro.

En 1511 los Blasco fueron nombrados condes de Sástago. En 1693 el condado recae en una rama de los Fernández de Córdoba.

Es complicado llegar hasta uno de los castillos más misteriosos y menos conocidos del reino de Aragón. Visible desde la carretera, dirección Sástago hay que coger un camino a la derecha, tras serpentear por este camino complicado, llegamos a los pies del castillo, desde donde debemos hacer la última ascensión a pie. El lugar aislado de la civilización, a pesar de su lamentable estado, esta lleno de magia y permite al visitante trasportarse en el tiempo hasta la época en que un imponente castillo musulmán protegía la ribera baja del Ebro. Los ruinosos torreones y murallas de éste castillo de origen musulmán, situado en el altozano del cerro de la Rosa, envuelven en su centro, a la ermita del Pilar, de estilo barroco, de la última década de siglo XVII.

En una posición fuertemente estratégica, sigue la tipología de las grandes fortalezas islámicas, de planta oblonga e irregular, adaptada al cerro donde se asienta, con poderosas murallas de tapial y mampostería de piedra irregular, de nos 80 por 20 metros. Con abundantes entrantes y salientes, típicamente islámicos, al igual que sus torreones rectangulares, destacando por su altura una torre, muy esbelta, en estado de ruina, abierta por el centro, de 8 por 6 metros de planta y alzado tronco piramidal, característicamente islámico. La torre estaba distribuida interiormente en cuatro plantas.

En el interior del castillo se encuentra la ermita del Pilar. En pie, pero en estado calamitoso, abandonada desde el año 1936, victima del abandono y la erosión. Se intento recuperarla por los curas Don Julián Díez y Don Víctor Pinilla, con un grupo de personas, sacando los escombros y limpiando el recinto eclesial. Con ello se logró, arrancar del olvido este magnifico castillo, y la tradición de peregrinar las dos veces que solía hacerse. Una el dos de enero, celebración de la venida de la Virgen y la otra se hacía o se hace al domingo siguiente de la fiesta del 12 de octubre.

Pero las historias que voy a relatar son las que generación tras generación se nos han ido contando a los sastaguinos.

1ª leyenda

Durante el asedio de los ejércitos cristianos en la Reconquista, los musulmanes que moraban en el Castillo de Palma construyeron un pozo sobre la vertical de la montaña, hasta que llegaron al agua procedente del río Ebro o de la acequia, construida por ellos, para el riego de las huertas de La Paz y la Rosa.

De esa forma los árabes tenían acceso al agua en el caso de un ataque al castillo y quedar aislados dentro del recinto, ellos bajaban por el pozo y accedían al agua.


El Jeque árabe que mandaba el Castillo tenía una hija que se llamaba Laz, moraba con el en el castillo.
Al construirse el pozo, su padre le advirtió que no se acercara al el porque podía caer y desaparecer en sus profundidades, pero la joven Laz, basta que su padre le prohibiera hacerlo hizo todo lo contrario y al asomarse cayo al pozo desapareciendo en sus profundidades.

Por mucho que buscaron, incluso haciendo un agujero transversal para poder acceder al pozo desde la ladera, nada se consiguió y la joven no volvió a aparecer.


Recuerdo desde chico siempre que subíamos al castillo nuestros padres nos decían que no nos asomásemos al pozo existente en la plazoleta del  castillo de la Palma. Se nos decía que en él, había una mora encantada, y podía encantarnos a nosotros y quedarnos allí para siempre.

Personalmente he visitado alguna vez el lugar y creo que es bastante peligroso asomarse al pozo, tanto por la plaza como por el acceso que hay en la ladera, por lo que nuestros padres y abuelos hacian bien en utilizar el miedo para que los niños y jóvenes no nos asomáramos al pozo y por la curiosidad cayéramos al agujero que tiene mucha profundidad.


Hace algunos unos años y en una conversación con mi buen amigo Rosendo Rico, me comentó que, había otra historia sobre la mora encantada y era la siguiente:

2ª leyenda

El Jeque del castillo La Palma, tenía una hija, muy hermosa y bella, llamada Laz, la educó lo mejor que pudo dándole una educción refinada.

Laz se enamoró de un musulmán de bajo rango, y ante la desaprobación y prohibición de tal unión por parte del padre, y la obstinación de la hija, en seguir la relación, el Jeque mató a su hija en la noche de San Juan, 24 de Junio, no se sabe el año arrojándola al pozo, haciéndola desaparecer.

Decían que si alguien se acercaba solo al castillo, la bella mora se aparecía envuelta en vaporosos vestidos y de dentro del pozo una suave voz te atraía hacia la boca del pozo.

Hace unos años, algunos jóvenes, aficionados a la práctica de psicofonías, prácticas de Guija, y demás efectos paranormales, subían al castillo de Palma la noche del 24 de Junio con un espejo, y comentan que, a las 12 de la noche se reflejaba en el espejo la figura de una mujer con vestiduras blancas.

¿Será la misma mujer que está en el pozo? ¿Será, la misma mujer, que se relata en la Dama de Blanco? ¿Ficción o realidad? ¿Leyenda o historia real?

Existe una tercera leyenda que también ha llegado a nuestros días, que cambia un poco la primera versión, aunque tiene similitudes.

3ª leyenda

Al igual que en los anteriores relatos, el jeque del Castillo de Palma tenía una hermosa hija llamada Laz, y como en todo buen castillo que se precie en aquellos tiempos, moraba en el una bruja, maga, o curandera que muerta de envidia, por la belleza de la joven la mato, y la arrojo al pozo dicen que todavia esta allí  custodiada por una serpiente, que tiene la propiedad de encantar a todo humano que baje a perturbar a la joven.


A la maga o bruja, el padre le corto la cabeza, cuando la cabeza de la bruja cayo al suelo, un rayo se abatió sobre la torre del castillo partiéndola en dos.

El Jeque aun asustado por la caída del rayo maldijo a la bruja y ordeno que vagara por toda la eternidad por los extramuros del castillo.

Se dice que el día de ánimas a las 12 de la noche si algún ser humano pasea por las inmediaciones del castillo la bruja le robará el alma para poder descansar en paz,

Hasta aquí las leyendas populares que se cuentan del castillo de la Palma, quien sabe cual es la parte verdadera y cual la de fantasía que esconden estos relatos, el caso es, que si alguien prueba a subir al castillo solo, aunque sea de día y paseas entre las ruinas, un desasosiego grande invade tu corazón y tu mente y puede hacer que veas cosas que luego no sabes describir.

Colaboración, Simón Ordovás
Adaptación literaria libre:
Fernando Benito

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