1 de febrero de 2010

Adiós al Bar Maximino de Sástago

Despedida y cierre

De submarinista de la Armada Española, a camarero del Bar Maximino de Sástago, porque el bar es de su mujer y de su cuñado, que quede claro, bueno pero el amigo Victoriano Manero ha sabido llevar el bar junto a su esposa Mª Jesús durante catorce años, unos años a jornadas enteras otros años los últimos a medio gas, pero bueno contra viento y marea el bar se abría casi todos los días.

Pero ahora el amigo Manero y su esposa han dicho basta ya y con un espectacular almuerzo en las dependencias del bar, Victoriano nos agasajo a los que él quiso, con un soberbio almuerzo a los que pudimos acudir a tan emocionante encuentro. En el transcurso del ágape, Victoriano nos comunico su decisión y la de su esposa de dar por concluida su etapa de camareros de bar.

Vamos a recordar que el Bar del Maximino tiene muchos años y creo poder asegurar, que varias generaciones de personas hemos acudido al bar a tomar un café, una caña de cerveza o jugar una partida de Mús, guiñote, dardos o simplemente leer el periódico comentando las noticias del día. Cuantas anécdotas, cuantas cosas que contar en todos estos años.

Algunas cosas recordamos mientras metíamos entre pecho y espalda ese jamón y esos montaditos especialidad de la casa. Con un brindis Victoriano se despidió de su faceta de barman, a partir de ahora nos lo encontraremos jugando al mús, como uno más de la partida, sin tener que abandonarla para atender a la clientela.

Fue una despedida emotiva pero alegre a la vez  y es que el bar no se cierra. Al parecer unos jóvenes del pueblo lo van a seguir regentando, no se sabe si cambiaran el nombre del bar ni qué tipo de reforma va a sufrir el mismo, pero en breves seguirá en funcionamiento un tiempo más.

No es bueno que desaparezcan los negocios en los pueblos, al contrario ojala aumentaran, no solo en bares sino en otras facetas quizás deportivas, quizás turísticas, alguna casa rural tal vez, algún restaurante especializado en caza, en fin que hay que acrecentar el número de negocios para hacer que un pueblo como Sástago relance a sus jóvenes en el empleo tan necesario en estos momentos.

Desde aquí le deseo a Víctoriano Manero ex submarinista y ex camarero, lo mejor, en lo que haya decidido emprender, lo mismo a su esposa y a sus hijos y decirle que he pasado buenos momentos conversando con él a uno y otro lado de la barra de un bar.


Tertulias de La Manqueta

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